TSMC es uno de sus gigantes en la sombra. La empresa con sede en la isla de Taiwán fabrica chips de ordenador para los gigantes de Silicon Valley. Son las manos pequeñas, desconocidas para el gran público, las que están detrás del éxito del iPhone y de tantos otros.
La especificidad que ha hecho que TSMC tenga éxito es su papel como fabricante. La empresa no desarrolla su propia tecnología para sus chips, sólo fabrica chips de otras personas. Un paso tedioso y costoso, que fue rápidamente subcontratado durante la explosión de las tecnologías de la información en los años 90.
Desde entonces, la empresa, propiedad en un 48% del gobierno taiwanés, ha trabajado para otros. Sin embargo, tiene capacidades únicas en el mundo, con fichas cada vez más finas.
TSMC, líder mundial en la fabricación de semiconductores desde hace unos diez años, es una de las joyas de la corona taiwanesa. También es un argumento de peso en las negociaciones geopolíticas entre China (continental) y Estados Unidos.
Los gigantes de Silicon Valley necesitan a TSMC para sostener su negocio, por otro lado, China no oculta sus intenciones militares sobre Taiwán. Con Xi Jinping en Beijing y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, las relaciones entre los dos gigantes podrían volver a tensarse.
TSMC utilizada como arma por Taiwán
Al mismo tiempo, China está aumentando las maniobras militares y la intimidación en torno a Taiwán. Para protegerse y no “armar al enemigo”, Taiwán ha decidido poner fin al comercio de semiconductores.
En una decisión tomada por la junta directiva de TSMC, la empresa decidió poner fin a las exportaciones de chips de última generación para empresas chinas. El objetivo de la maniobra apenas está velado: impedir que adversarios potenciales se apoderen de tecnología clave.
Es el periódico “The Financial Times” el que revela la información. Asegura que los chips de menos de 7 nanómetros (tecnología adquirida por TSMC en 2018) ya no se venderán a los socios chinos de la marca.
TSMC un gigante desconocido
Aunque el nombre TSMC no es conocido por el público en general, la empresa sigue siendo uno de los grandes nombres del mundo de las tecnologías de la información. Según el Wall Street Journal, la undécima valoración bursátil más grande del planeta, las acciones de TSMC cotizan hoy en torno a 190 dólares, frente a 90 dólares hace sólo 18 meses.
En 2021, la empresa generó el 65% de los ingresos relacionados con la venta de chips de ordenador, al mismo tiempo que declaró una facturación de 61 mil millones de dólares para el año 2023. Además de estas sumas, la empresa es una verdadera gallina de los huevos de oro. huevos de oro para Taiwán, lo que interesa sobre todo es su tecnología y su know-how.
Sobre todo porque la competencia está bastante lejos. Intel, el principal adversario de los taiwaneses, perdió el 50% de su valoración de mercado en 2023. Si las promesas de Pat Gelsinger, director general de Intel, han conseguido restablecer la confianza entre los inversores, TSMC sigue un paso por delante.
La cuestión de Arizona
Taiwán tiene una relación especial con Estados Unidos. Ambos países se necesitan mutuamente, pero por razones muy diferentes. Para reforzar este vínculo, TSMC tenía previsto abrir una fábrica en suelo americano, en Arizona. Si este proyecto fue visto muy favorablemente por Donald Trump en particular, TSMC parece haber incumplido su palabra en sus últimos días.
La marca asegura que sus chips de última generación sólo se producirán en suelo taiwanés, limitando así los riesgos de fuga de información, pero también garantizando la estabilidad del “Silicon Shield” de la isla. Con fábricas únicas en el mundo, como las de TSMC, Taiwán se protege estratégicamente de un bombardeo masivo a la isla.
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