Durante cinco días, del martes 5 al sábado 9 de noviembre, Sarlat (Dordoña) vivió al ritmo de su Festival de Cine. Un acontecimiento que ha encontrado su lugar en la agenda de Sarladais. La prueba es que 600 alumnos de secundaria visitan cada año el recinto y más de 6.000 espectadores acuden a ver las películas proyectadas en las diferentes categorías. Pero, ¿este “flujo” ha tenido impacto en el comercio local?
Sí, según Jérôme Negrevergne, presidente de la asociación de comerciantes de Avenir Sarlat y propietario del pub de la plaza de la Liberté, en el corazón del sector protegido. “Sin embargo, hay que distinguir dos cosas”, explica. El primero es la comunicación que se realiza en torno al evento y que hace que la gente hable de Sarlat. Y eso es muy positivo. »
Aunque este año el evento ha perdido glamour. “Hay menos estrellas, eso es una realidad”, coincide el presidente. Conozco gente que vino a Sarlat para eso, para encontrarse en la calle con actores famosos. » Dicho esto, en términos de asistencia, realmente no ve una caída.
Una última vuelta antes del invierno
“No es nada, hay 600 jóvenes que están allí durante una semana”, presenta Jérôme Negrevergne. Entonces, sí, no es la clientela la que tiene más medios, por definición. Pero aun así consumirán, se sentarán a tomar una copa. Además, este año hizo buen tiempo, lo cual es ideal. Prefiero tener gente en la terraza, incluso con una cesta media más baja, que pocas personas. »
Sin olvidar al público que aprovecha el sol para pasear y tomar algo entre dos proyecciones diurnas. El comerciante admite que la semana de la fiesta pone mantequilla en las espinacas al final de la temporada. “Hay una señal que es inequívoca”, continúa. Hay muchos restaurantes que esperan hasta que termine el festival para cerrar. » Asimismo, hoteles, albergues y pensiones encuentran aquí una última oportunidad de alquiler antes de la apertura del mercado navideño, otro momento destacado del invierno sarladiano.