(Camarillo) Les autorités californiennes continuent d’évaluer vendredi les ravages causés par un incendie dévastateur près de Los Angeles, qui a détruit plus d’une centaine de maisons et face auquel les pompiers gagnent du terrain, grâce à la forte baisse du vent dans la région.
Publié à 14h59
Patrick T. FALLON
Agence France-Presse
Plus de 2500 soldats du feu sont toujours mobilisés contre le « Mountain Fire », qui s’est déclaré mercredi près de la ville de Camarillo.
Sa violence a forcé plusieurs milliers de personnes à évacuer cette zone rurale vallonnée, emplie de collines et de broussailles, où habitent environ 30 000 personnes au nord-ouest de Los Angeles.
Les flammes se sont initialement propagées très rapidement grâce à des vents puissants, avec des rafales jusqu’à 130 km/h.
Cela a surpris Linda Fefferman, qui a dû fuir en catastrophe avec son mari.
La voiture à peine chargée, « nous avons appris qu’un arbre était tombé [sur la route] y bloquearon nuestra salida”, dijo al canal local KTLA. “Fue aterrador porque pensábamos que estábamos atrapados. »
Uno de sus vecinos finalmente logró salvar el obstáculo con una motosierra.
La pareja logró escapar, pero perdió dos mascotas y su casa quedó envuelta en llamas.
“Pérdida total”
“Es una pérdida total”, suspiró M.a mí Fefferman, con la voz temblorosa.
Su marido regresó al lugar para evaluar la magnitud de los daños, pero ella se niega actualmente a abandonar el centro de alojamiento de emergencia donde se refugian.
“Emocionalmente, no estoy lista”, dijo. “Me tomo las cosas día a día. »
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia en la región para ayudar a combatir el incendio.
El incendio ha consumido más de 8.300 hectáreas, según el último boletín de la agencia CalFire. Una primera estimación de los daños realizada por las autoridades muestra 132 casas completamente destruidas y unas 88 gravemente dañadas por las llamas.
El viernes por la mañana, los bomberos informaron de avances en la lucha contra las llamas, gracias a la mejora de las condiciones meteorológicas: se levantó la alerta vinculada a los violentos vientos de los últimos días.
“La intensidad del incendio se ha moderado debido a la disminución de los vientos sobre el fuego”, explicó la agencia CalFire en su último boletín.
Pero la región aún no está fuera de peligro.
“El fuego sigue siendo una amenaza para la infraestructura crítica”, advirtió. “Arde en terrenos escarpados y accidentados, con combustibles secos y receptivos, lo que ha complicado los esfuerzos de contención”. »
Después de dos inviernos lluviosos que proporcionaron un relativo respiro, California está experimentando este año una temporada de incendios muy activa.
La vegetación reformada gracias a las precipitaciones de los dos últimos años se ha secado y se convierte en un potente combustible.
Este verano, el Estado Dorado sufrió varias olas de calor, señales del calentamiento global.
En julio-agosto sufrió el cuarto mayor incendio de su historia.