El jueves, poco después de medianoche, testigos advirtieron a los gendarmes que un hombre que estaba en el suelo estaba siendo golpeado en Morteau, una ciudad cerca de la frontera con Suiza. Los servicios de emergencia acudieron rápidamente al lugar y constataron la muerte de la víctima de 59 años. Luego, la policía vio a un individuo cerca cuyos zapatos estaban manchados de sangre.
Este hombre de 21 años admite haber propinado patadas a la víctima, especialmente en la cabeza, y luego haber regresado a casa para cambiarse y quitarse los pantalones manchados de sangre, antes de regresar al lugar.
Asesinato homofóbico
Los dos hombres habían pasado parte de la velada bebiendo en un bar. Según testigos, el cocinero había insinuado al joven.
Los investigadores de la brigada de investigación de Pontarlier encontraron en el teléfono del sospechoso tres vídeos que él mismo filmó durante el ataque, antes de enviarlos a sus conocidos: “en la primera escena, la víctima está sentada, con la cara ensangrentada; en el segundo, la víctima yace en el suelo, todavía emitiendo sonidos; al tercero, ya no emite ningún sonido”, confía el fiscal. El autor comenta su acción en los vídeos, antes de insultar al hombre en el suelo.
Admitió durante sus audiencias que “fueron las propuestas sexuales que le hicieron las que lo enojaron”, especifica Etienne Manteaux.
“La madre de la víctima, su única familia, describió que su hijo nunca había tenido una relación afectiva estable. Está abrumada”, añadió.
Imágenes insoportables
Los vídeos muestran imágenes “insoportables”, “un estallido extremo de violencia, de golpes”, según Damien Mathieu, segundo al mando del grupo de gendarmería de Doubs.