Hace seis años, un estadounidense tuvo que confesar el asesinato de su padre, que aún estaba vivo, tras 17 horas de interrogatorios y mentiras de la policía. Hoy recibió 900.000 dólares en compensación de la ciudad de Fontana.
Acusado del asesinato de su padre, Thomas fue obligado a confesar hace seis años, tras 17 horas de interrogatorio. Sin embargo, su padre todavía estaba vivo. Este estadounidense obtuvo hoy un cheque por 900.000 dólares en concepto de reparación de la ciudad de Fontana, California, por la tortura psicológica que sufrió en agosto de 2018.
Todo empezó cuando Thomas denunció a la policía la desaparición de su padre, de quien no había sabido nada desde hacía 24 horas. Había salido el día anterior a pasear al perro, sin regresar. A partir de esta llamada, la policía al otro lado de la línea tiene sospechas. Thomas le parecía demasiado indiferente. Ella decide llamarlo a su casa.
Mentiras para obligarlo a confesar
Mientras los agentes registraban la casa, llevaron a Thomas de regreso a la estación. Rápidamente lo acusan de asesinar a su padre. La policía le niega la atención que solicita. Durante las 17 horas de interrogatorio, Thomas fue maltratado por los investigadores que no dudaron en mentir para obtener una confesión. Incluso afirmando haber encontrado el cuerpo de su padre o incluso amenazando con matar a su perro.
Llevado al límite, sin abogado, Thomas acaba confesando. Al quedar solo en la sala de audiciones, intenta ahorcarse. Está hospitalizado en un pabellón psiquiátrico. Esa misma noche, su hermana llama a la policía para asegurarse de que su padre está vivo y que incluso debería visitarla. Simplemente se había olvidado de advertir a su hijo. Thomas permanecerá internado tres días más sin saber que su padre está vivo y bien.
Marion Dubreuil (con la CVR)
