Hormigón celular: en Isère, Xella quiere acercarse al residuo cero

Hormigón celular: en Isère, Xella quiere acercarse al residuo cero
Hormigón celular: en Isère, Xella quiere acercarse al residuo cero
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Descarburar, este es el tema del momento para todos los actores del mundo de la construcción. Y los fabricantes no son una excepción. La prueba es con Xella, especialista europeo en hormigón celular que, en su sitio histórico de Saint-Savin (también sede de Xella Francia), multiplica las iniciativas para reducir su impacto.

Aquí, a pocos kilómetros de Bourgoin-Jallieu, el industrial se ha comprometido incluso a intensos trabajos de modernización en su unidad de producción con un objetivo: acercarse lo más posible a cero desperdicio.

750m3 de hormigón celular producido cada día en Saint-Savin por Xella

En Saint-Savin, Xella fabrica bloques de hormigón celular Ytong y Siporex según un plan de producción bien establecido. “Es como diseñar un gran pastel”.bromea Sébastien Ray, director de la fábrica.

En la fabricación de 750m3 de hormigón celular producido cada día en Isère. Un proceso perfectamente establecido pero que genera algunas pérdidas.

“Por eso, en cada etapa de producción recuperamos la mayor cantidad de material posible”. indica el director de la fábrica. Como rebabas o restos que luego se pueden reintroducir en la receta. “Incluso se reutiliza el vapor de agua generado al calentar los bloques en autoclaves”.

© TF – Los bloques de hormigón celular de Xella tienen fama de ser muy resistentes al fuego.

En Isère, Xella apuesta por la economía circular

Las obras de modernización del sitio de Saint-Savin, que ascienden a 1,1 millones de eurostambién permitió invertir en una nueva unidad de trituración y cribado.

“Gracias a él podemos reciclar la capa base o cualquier cosa que se clasifique durante el control de calidad. Todo esto se tritura hasta convertirlo en polvo y se reinyecta al inicio de la línea. Este polvo puede reemplazar a la arena. (suficiente para ahorrar un 10% de arena, nota del editor). Lo que no se puede reinyectar se utilizará para fabricar gránulos, por ejemplo para el filtrado de fosas sépticas”.

Para ir aún más lejos, Xella apunta a una nueva inversión para su sitio de Saint-Savin. “Lo que nos permitiría inyectar aún más polvo reciclado en nuestra receta”. El coste estimado de esta nueva unidad destinada a mejorar el cribado y la trituración es de 400.000 euros.

Xella quiere descarbonizar a todos los niveles

Conocida principalmente por sus marcas de bloques de hormigón celular Ytong y Siporex (el fabricante también está presente en el mercado de los aislamientos), Xella está invirtiendo a todos los niveles para reducir su huella de carbono.

Para ello, los isleños activan varias palancas: suministro local, modernización de las fábricas de producción, procesos de producción que consumen cada vez menos energía.

“Gracias a estas iniciativas en curso, Xella ha podido reducir las emisiones de CO2 en una media del 35% en todas sus gamas de bloques de hormigón celular”. afirma Ingrid Quantin, directora de ventas.

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