(Nueva York) La Bolsa de Nueva York cerró el jueves, tranquilizada por los resultados del gigante de los semiconductores Nvidia y todavía confiada en la trayectoria de la economía estadounidense.
Actualizado ayer a las 5:06 p.m.
El Dow Jones ganó un 1,06%, el índice NASDAQ terminó cerca del equilibrio (+0,03%) y el índice más amplio S&P 500 ganó un 0,53%.
Para Patrick O’Hare, de Briefing.com, el lugar neoyorquino se inspiró en un sentimiento de “alivio” ante los resultados de Nvidia.
El grupo californiano superó ampliamente las expectativas del mercado y reveló unas previsiones ambiciosas.
Aseguró que la demanda de sus chips, las ahora famosas GPU, consideradas esenciales para el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) generativa, se mantiene fuerte.
Hasta el punto de que Nvidia no podrá dar respuesta en los próximos meses a la demanda de su nuevo modelo, el Blackwell.
“Nvidia no ha implosionado”, explicó Patrick O’Hare, tranquilizando a los inversores que han seguido jugando la carta de la IA durante casi dos años.
Sin embargo, el jueves la acción sólo registró una progresión moderada (+0,53%), y algunos operadores temen una ligera compresión de los márgenes del grupo, que, sin embargo, se mantienen en niveles muy altos.
Si la publicación de Nvidia no provocó el temido terremoto, no fue suficiente para dinamizar el sector tecnológico.
En el sector tecnológico, Alphabet fue el objetivo (-4,56%) después de que el gobierno estadounidense recomendara a un juez federal obligar a la empresa matriz de Google a vender su navegador Chrome.
El magistrado deberá pronunciarse en 2025 en este caso en el que Google ya ha sido declarado culpable de prácticas ilegales para garantizar el monopolio de las búsquedas en Internet.
El jueves, los inversores prefirieron recurrir a sectores distintos al tecnológico para diversificar sus activos.
Este enfoque benefició especialmente a las empresas financieras, en particular a Goldman Sachs (+2,44%) y JPMorgan Chase (+1,65%), muchas de las cuales esperan beneficiarse de una nueva presidencia de Trump, que podría estar marcada por un alivio de la regulación.
“La gente tiene una confianza razonable en la economía estadounidense”, según Patrick O’Hare. Una impresión reforzada por el descenso de las nuevas altas semanales de paro, el más bajo en siete meses.
En este ambiente positivo para las acciones, los operadores han perdido interés en los activos de bonos. El rendimiento de los bonos del Estado estadounidense a dos años subió hasta el 4,35%, frente al 4,31% de la víspera al cierre.
La diversificación de carteras, que existe desde hace varios meses, permite a los participantes comprar valores cuya valoración es menos astronómica que la de los gigantes tecnológicos.
Los inversores incluso han puesto sus ojos en los valores llamados cíclicos, es decir, aquellos considerados sensibles a la situación económica, como Nike (+2,37%), Disney (+0,40%) o Caterpillar (+2,12%).
La cadena de tiendas de cosméticos multimarca Ulta Beauty cayó (-1,31%) tras una calificación desfavorable del banco de inversión William Blair.