Un cuatrillizo de Cole Palmer, ahora máximo goleador del campeonato, sorprendió el lunes al Everton (6-0) en Stamford Bridge y permitió al Chelsea acercarse a las plazas europeas.
El delantero de 21 años lleva sobre sus hombros al club del oeste de Londres que, en el último día del pasado mercado de fichajes de verano, lo reclutó procedente del Manchester City, donde se redujo su tiempo de juego.
En la Premier League, el inglés suma ya 20 goles (en 27 partidos) esta temporada con el Chelsea, el mismo total que Erling Haaland, una cifra asombrosa para un jugador que no había marcado ninguno en 19 partidos con los Citizens.
El Chelsea se sitúa en la novena plaza con 47 puntos, justo por detrás del West Ham (8º, 48 ptos) que ha disputado dos partidos más, y a poca distancia del Manchester United (7º) y del Newcastle (6º), 50 puntos cada uno y un partido disputado en suma.
La próxima secuencia, sin embargo, promete ser peligrosa, ya que, una vez que se juegue la semifinal de la Copa FA contra el Manchester City el sábado, tres partidos consecutivos en la liga contra Arsenal, Aston Villa y Tottenham.
Frente al Everton, decimosexto y dos puntos por encima de la zona de descenso, Palmer realizó un “hat-trick” en la primera media hora, con el pie izquierdo (13°), la cabeza (18°) y el pie derecho (29°).
En la segunda mitad, el número 20 de los Blues obtuvo un penalti que luego transformó al ejecutar con el pie izquierdo a Jordan Pickford (64º, 5-0).
Este último gol estuvo precedido por una escena sorprendente: Noni Madueke y Nicolas Jackson, autor del 4-0 antes del descanso, se pelearon para ejecutar el penalti. El capitán Conor Gallagher terminó la discusión entregándole el cuero a Palmer, el tirador no oficial.
El Everton bebió el cáliz hasta los posos cuando Alfie Gilchrist puso el 6-0 en el minuto 90, dos minutos después de entrar en juego.
