¿En qué observación se basó su investigación sobre la localización del origen del brote por parte de los servicios veterinarios en granjas infectadas con el virus de la gripe aviar?
Cuando se detecta un brote en una explotación, se avisa a los servicios veterinarios (DDPP) e intentan rastrear los contactos para encontrar el origen del brote y valorar qué contactos de riesgo con explotaciones libres de enfermedad han podido existir. Según la normativa europea, esta investigación de contactos debe realizarse durante los 21 días anteriores a la detección del brote. Lo que corresponde a 21 días de incubación. La observación que hicimos: el seguimiento de todos los contactos durante 21 días es largo y tedioso cuando los estudios han demostrado que la detección se puede realizar en un período más corto después de la infección. Esta ventana de 21 días podría revisarse, o incluso reducirse, en función de la especificidad de las explotaciones, sujeto a adaptación al marco regulatorio.
Usted trabajó en 63 granjas francesas y holandesas de pollos, pavos y patos que habían sido infectadas con el virus de la influenza aviar. ¿Qué notaste?
Nos centramos en los registros diarios de mortalidad animal en las granjas y en la tasa a la que esta mortalidad aumentaba, granja por granja. Datos que utilizamos para estimar la ventana temporal en la que podría haberse producido la introducción del virus. Utilizamos un modelo epidemiológico para reconstruir la dinámica de transmisión desde el primer individuo infectado.
Ha integrado este modelo en una aplicación digital. En concreto, ¿cómo utilizarán esta herramienta los servicios veterinarios?
Tan pronto como tengan conocimiento de un foco confirmado, podrán introducir las características de la explotación (especie criada, número de individuos del lote infectado, fecha de introducción de los animales en la explotación, fecha de detección). del foco), así como los datos de mortalidad observados por el criador durante un período máximo de cinco semanas. Luego lanzamos la simulación y la aplicación indicará un rango de posibles fechas de introducción del virus. Un elemento que permitirá orientar con mayor precisión la investigación epidemiológica, es decir, la localización de posibles contactos con el virus. Por ejemplo, las personas que entraron en la granja durante este intervalo durante, por ejemplo, la entrega de alimentos, pero también los movimientos de animales, etc. La solicitud está actualmente en línea, en inglés. Dentro de unas semanas estará disponible en francés para los servicios veterinarios franceses.
¿Podemos imaginar una extensión de esta aplicación a las granjas de patos vacunados para determinar si el virus ha estado presente allí? ¿Una extensión a otras enfermedades?
Necesitaríamos otros datos para extender nuestro modelo a granjas avícolas vacunadas. Ésta es una cuestión que estamos empezando a explorar. En cuanto a ampliarlo a otras enfermedades, sería necesario centrarse en las enfermedades infecciosas de los animales que tienen una elevada mortalidad, como la peste porcina africana.