La gripe hace estragos en Bélgica. En los últimos días los servicios se han visto saturados de pacientes que padecen enfermedades respiratorias. En Dinant, el uso de mascarillas está regresando en el hospital universitario UCL de Namur.
Bélgica se enfrenta en los últimos días a una importante epidemia de enfermedades respiratorias. Los departamentos de urgencias de muchos hospitales están saturados. También en Dinant la gripe está haciendo estragos, explica el Dr. Frédéric Feye, coordinador del servicio de urgencias del hospital universitario UCL de Namur, en Dinant.
La situación es un poco tensa. Esto requiere una gestión diaria de la ocupación hospitalaria. Aún no estamos saturados, pero sigue siendo complicado. Debemos tener cuidado en gestionar adecuadamente las hospitalizaciones, los regresos a casa, pero también las distintas intervenciones para garantizar que puedan realizarse a tiempo.
Código naranja para limitar el contagio
Para limitar los contagios, este fin de semana se decretó a nivel federal el código naranja del Plan de Infecciones Respiratorias de Invierno. El médico explica que entre las medidas tomadas está el regreso del uso de mascarillas en los hospitales.
La mascarilla no debe usarse todo el tiempo, sino sólo en determinadas situaciones definidas. Es obligatorio para personas que presenten síntomas de alguna enfermedad respiratoria. Los cuidadores y pacientes también deberán llevar mascarilla si tienen contacto estrecho de un metro cincuenta, es decir durante una consulta por ejemplo. No nos preocupa ver reaparecer la máscara. Se trata de un procedimiento completamente normal en caso de epidemia, que debe combinarse con el lavado regular de manos.
El pico de la enfermedad aún no se ha alcanzado
La epidemia apenas comenzaría. Frédéric Feye teme un aumento de los casos en los próximos días.
Por ahora, es bastante estable. Lo estamos logrando, pero aún no estamos en el pico de la epidemia. Tenemos que ver cómo evolucionará esto. También es posible que tengamos dos picos de la enfermedad como ocurrió en años anteriores.
La situación es reevaluada periódicamente por el Grupo de Gestión de Riesgos (RMG), formado por representantes de las autoridades sanitarias federales y estatales.