El columnista Bret Stephens citó una metáfora del ex primer ministro israelí Naftali Bennett:
“Teherán es la cabeza del pulpo y Hezbolá –como Hamás en Gaza o los hutíes en Yemen– es sólo uno de sus tentáculos. Si Israel libra una guerra contra Hezbolá, corre el riesgo de agotarse en una lucha secundaria”.
Por supuesto, Israel no puede ignorar a Hezbolá. Su arsenal de 120.000 a 200.000 cohetes representa una amenaza terrible y directa al frente interno israelí. Sin embargo, debe quedar claro: “Teherán, no Beirut, es el verdadero centro de gravedad en esta lucha”.
“Estados Unidos debe ayudarnos a ganar”
No es responsabilidad de Estados Unidos apoyar una solución diplomática. Más bien, Estados Unidos debe “ayudar a Israel a ganar”.
No puede ser de interés para Occidente que un grupo terrorista con crecientes vínculos con el Kremlin mantenga un control efectivo sobre un Estado mediterráneo mientras este grupo terrorista aterroriza a su vecindario. Aparte del interés de Israel en tener fronteras seguras, a Estados Unidos también le interesa “contener la propagación de lo que yo llamo el ‘eje de la opresión’”. Este eje incluye un grupo más grande que también incluye a Irán, China, Rusia y Corea del Norte.
«La competencia entre el mundo libre y el no libre«
Bret Stephens, en su columna de portada del 24 de septiembre, califica de “tonto” ver las “diversas luchas de Israel como cuestiones regionales que están muy alejadas de las preocupaciones centrales de Estados Unidos”.
Porque Estados Unidos se encuentra en el comienzo de una “competencia entre el mundo libre y el mundo no libre”:
“Este conflicto se extiende desde la frontera de Noruega con Rusia hasta la lucha del pueblo iraní contra su propio gobierno y las aguas poco profundas del Mar de China Meridional. Es probable que el conflicto dure décadas”.
«Israel intenta arrastrar a Irán a un conflicto directo»
El 26 de septiembre, el corresponsal diplomático jefe del NYT, Steven Erlanger, duplicó su apuesta. Citó a Suzanne Maloney, experta en Irán y directora del programa de política exterior de la Brookings Institution:
“Israel está tratando de atraer a Hezbollah a un ataque que conduciría a una guerra a gran escala y permitiría a Israel llevar la lucha a donde ve la verdadera amenaza estratégica, es decir, al propio Irán”.
Los mulás de Teherán nunca pensaron en hacer la guerra ellos mismos: “Nunca fue la intención que Irán luchara en defensa de sus representantes”, dijo Ali Vaez, director del Proyecto Irán del International Crisis Group, al “New York Times”. Bajo ninguna circunstancia Irán quiere verse involucrado en una guerra importante en la región. Esta es probablemente una de las razones por las que Irán no ha reaccionado con mayor violencia hasta ahora.
Según el corresponsal diplomático jefe del New York Times, la opinión predominante en Teherán es que Israel quiere implicar a Irán en un conflicto directo bombardeando a Hezbolá. El nuevo presidente iraní está en proceso de acercarse a Occidente.
Intereses del autor relacionados con el tema
No
_____________________
➔ Este tipo de artículos sólo son posibles gracias a vuestras DONACIONES. Puedes deducir de tus impuestos las donaciones a nuestra fundación.
_____________________
Las opiniones en los artículos de Infosperber corresponden a valoraciones personales del autor.