Llegar al final de tus estudios sin saber realmente qué quieres hacer a continuación es algo habitual. Algunos eligen un trabajo por despecho, aceptando lo que les llega, otros piensan durante semanas, incluso años, en el trabajo que sería perfecto para ellos. Si todavía está pensando en su próxima carrera, un nuevo estudio encuentra que conducir una ambulancia o un taxi como parte de su trabajo puede ofrecer cierta protección contra la enfermedad de Alzheimer.
Este descubrimiento, difundido por ScienceAlert, es el resultado de un análisis de millones de certificados de personas que murieron entre 2020 y 2022. Sin embargo, el equipo de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) que originó el estudio precisa que los resultados no Demuestre que pasar el día transportando enfermos y heridos o conduciendo pasajeros demasiado borrachos en mitad de la noche reduce el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.
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El cerebro es complejo y este estudio sugiere que es necesario explorar más a fondo el vínculo entre la profesión ejercida y la enfermedad. Esto podría conducir a formas de prevenirlo mejor o incluso ralentizar su progresión. Para Vishal Patel, médico del Brigham and Women’s Hospital (Estados Unidos), el vínculo es muy claro: “La parte del cerebro que participa en la creación de mapas cognitivos es la misma parte que participa en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer”. Esta parte del cerebro se llama “hipocampo” y desempeña un papel central en la cognición, la memoria, el aprendizaje y la orientación espacial.
Una cuestión de profesión… y de edad.
Con la edad, el volumen del hipocampo se reduce, lo que a menudo se asocia con problemas de memoria. De hecho, ser taxista o conductor de ambulancia tendría un impacto en el cerebro: “Creemos que, en comparación con otras ocupaciones, aquellas que requieren análisis espacial y de navegación en tiempo real pueden estar asociadas con una reducción de la mortalidad por la enfermedad de Alzheimer”. explica Vishal Patel.
Utilizando los certificados de defunción, el equipo de investigadores pudo identificar las ocupaciones de 8.972.221 personas. Observaron que la enfermedad de Alzheimer apareció como la causa subyacente de muerte en 348.328 de ellos. Después de ajustar factores como la edad al morir, se pensaba que el 1,03% de las muertes de taxistas y el 0,91% de las muertes de conductores de ambulancias estaban relacionadas con la enfermedad de Alzheimer. Cifras mínimas respecto a las de la población general (1,69%).
Sin embargo, este estudio es criticado por Tara Spires-Jones, neurocientífica de la Universidad de Edimburgo (Escocia), porque otra información puede entrar en juego e influir en cómo se interpretan los resultados. Ella enfatiza que “La edad de muerte de los conductores de taxis y ambulancias en este estudio fue de aproximadamente 64 a 67 años, en comparación con 74 años para todas las demás ocupaciones”. Sin embargo, ella especifica que “La edad de aparición de la enfermedad de Alzheimer suele ser a partir de los 65 años, lo que significa que los taxistas y los conductores de ambulancias podrían haberla desarrollado si hubieran vivido más”.
Los autores del estudio especifican que “Considerar estos resultados no como concluyentes, sino como generadores de hipótesis”. Una investigación más profunda podría permitir descubrir un poco más sobre esta enfermedad neurodegenerativa que afecta a 900.000 personas en Francia y se detectan 225.000 nuevos casos cada año.