Proyecto energético en Ginebra: “Grandes agujeros en las calles”

Proyecto energético en Ginebra: “Grandes agujeros en las calles”
Proyecto energético en Ginebra: “Grandes agujeros en las calles”
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¡Alerta de sitio de construcción! A partir de 2025 y durante cinco años, el centro de la ciudad de Ginebra quedará completamente destruido, al igual que las zonas densamente pobladas del cantón. Allí quedarán enterrados casi 100 kilómetros de enormes tuberías: las “autopistas frías y calientes”, como las llamó el miércoles el consejero de Estado Antonio Hodgers, o redes termales estructurantes, por su bárbaro nombre. Porque el objetivo es abastecer, de aquí a 2030, 1.700 edificios con un 80% de energía no fósil, es decir, procedente de recuperación de calor, energía geotérmica, agua de lagos, estaciones de depuración o incluso biomasa.

“Tendremos que hacer enormes agujeros en las calles y luego rellenarlos. “Es un desafío increíble”, advirtió el miércoles Robert Cramer, presidente de Servicios Industriales (SIG). El quid de la cuestión, según él, será la información a la población. “Tendremos que explicar que habrá un proyecto, cuánto durará, que estamos trabajando para la gente y no para molestarla. Un número atenderá sus solicitudes en todo momento. Si un trabajador viene a hacer ruido debajo de tus ventanas a las 7 de la mañana y luego no ves a nadie durante dos semanas, no está bien. ¡No puede seguir así!

La otra cuestión importante será la coordinación: el Estado y la SIG, que también colaboraron previamente con la ciudad de Ginebra, desean aprovechar la oportunidad de realizar varios proyectos simultáneamente. En resumen, incluso si eso significa molestar a los residentes, es mejor hacerlo solo una vez. “Es un plan increíble”, dijo Robert Cramer. Cuando vamos a tocar una calle, la vamos a tocar mucho”, para solucionarlo todo de una vez: desarrollo de carriles bici, plantación de árboles, instalación de revestimientos fonoabsorbentes. “En los próximos años habrá más obras de construcción en la ciudad que hoy”, advirtió Antonio Hodgers; pero, en el lado positivo, “quizás menos proyectos pequeños”, añadió Robert Cramer.

Objetivo de neutralidad de carbono

Este inmenso proyecto se enmarca en el deseo del Estado de Ginebra de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 60% de aquí a 2030, y de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. En esa fecha, el objetivo es que la mitad de la demanda térmica del cantón esté cubierta con Energía 100% renovable. Esto implicará conectar 7.000 edificios a “autopistas frías y calientes”. Porque la calefacción de edificios y la producción de agua caliente representan más del 50% del consumo energético de Ginebra y, hasta la fecha, estas tareas todavía dependen en un 90% del petróleo y el gas.

“Soberanía energética”

El Consejo de Estado validó este miércoles los precios de la energía suministrada a través de redes térmicas estructurantes (para las cuales el SIG habrá invertido 1.500 millones de francos hasta 2030). El precio medio será de 18 céntimos por kilovatio hora para GeniTerre y de 22 céntimos para GeniLac frío y caliente, una tarifa similar a las que se cobran en el resto de Suiza, indicó el SIG. “Nuestro objetivo es conseguir el precio más bajo posible, porque junto a él está el petróleo y el gas”, resumió Robert Cramer. Y garantizamos su estabilidad”. Esto es esencial, subraya Antonio Hodgers, que recuerda la explosión de los precios del gas cuando estalló la guerra en Ucrania. “Este proyecto nos da soberanía energética”.

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