El Gobierno validó este miércoles por la mañana un proyecto de ley para adaptar los horarios de apertura de los comercios, “teniendo en cuenta los nuevos hábitos de compra de los consumidores” y “el elevado número de exenciones de los horarios solicitados”. En concreto, el texto, que aún debe pasar por todo el proceso legislativo antes de su posible entrada en vigor, prevé que los comercios podrán abrir de 5 a 22 horas los días laborables, de 5 a 19 horas los sábados, domingos y festivos. y días festivos. Excepto el 22 de junio, 24 y 31 de diciembre, cuando los empleados podrán cerrar la tienda a las 6 p.m.
El informe del Consejo de Gobierno precisa que esta adaptación “no es una obligación impuesta” a los comerciantes, sino una posibilidad de “poder adaptarse a las preferencias de sus clientes y de sus empleados”. Para ello, el texto “exige la celebración de un convenio colectivo entre empresarios y representantes de los trabajadores” que vaya más allá de los horarios previstos.
Si los convenios colectivos son necesarios, las negociaciones corren el riesgo de ser deportivas. Unos minutos después del gobierno, los sindicatos OGBL y LCGB emitieron un comunicado de prensa conjunto para denunciar “un nuevo ataque del gobierno” contra “los empleados y sus familias”. Lo ven como “con diferencia, el régimen de horarios de apertura más liberal de toda la Gran Región”.
Para los sindicatos, tras la ampliación prevista del trabajo dominical, “esta ampliación extrema de los horarios de apertura y de trabajo constituye una importante regresión social, ya que destruirá toda la vida familiar o privada de los 50.000 empleados afectados”. La OGBL y la LCGB afirman también que estas reformas “están en flagrante contradicción con el estudio realizado por LISER” por encargo del Ministerio de las Clases Medias, sobre el impacto de tal liberalización. LISER concluyó que “la inmensa mayoría de los empleados del comercio minorista prefieren no trabajar los domingos ni a altas horas de la noche, y que esto tiene consecuencias perjudiciales para la salud y el bienestar de las personas afectadas”, recuerdan los sindicatos.
También señalan que el sector tiene una “alta proporción de mujeres, muchas de las cuales son madres solteras, y depende del trabajo transfronterizo”. En consecuencia, “esta ultraliberalización de la jornada laboral agravará los fenómenos ya existentes de escasez de personal y ciertamente no aumentará el atractivo de estas profesiones”. En los días festivos, OGBL y LCGB ven un proyecto “desastroso” que obligaría a los empleados a trabajar “ocho días festivos”. Sobre todo, “la creación de dos categorías de días festivos para las empresas podría constituir un primer paso hacia un aumento generalizado de la jornada laboral en todos los sectores”.
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