Investigaciones recientes destacan la capacidad de un hongo bien conocido para influir positivamente en la respuesta inmune al cáncer, proporcionando nuevos conocimientos sobre su potencial en la medicina integrativa.
El equipo de City of Hope, uno de los centros de investigación del cáncer más grandes de Estados Unidos, se interesó por los efectos de un extracto de hongo de París en ratón y pacientes humanos. Administrado en forma de comprimidos, este extracto demostró una eficacia inesperada: reducción del nivel de un marcador clave de cáncer de próstataPSA, en varios pacientes, y limitación del crecimiento tumoral.
Los champiñones contienen polisacáridos específicos, como los betaglucanos, conocidos por sus efectos inmunoestimulantes. Estas moléculas, ya estudiadas para otras patologías, parecen desempeñar un papel clave en la reducción de las células supresoras derivadas de mieloides (MDSC). Normalmente, estos ralentizan la acción de las células inmunitarias que combaten los tumores.
En ratones, el extracto mostró efectos variados según su uso: administrado antes de la aparición de los tumores, retrasó su desarrollo. Como tratamiento tras la aparición de estos últimos, redujo su volumen y mejoró la esperanza de vida de los animales. En ambos casos, elactividad de células T y NK, esenciales para destruir las células cancerosas, se incrementó significativamente.
Los ensayos clínicos, aunque preliminares, respaldan estos resultados en humanos. Después de tres meses de tratamiento, los pacientes vieron mejorar su respuesta inmunitaria, en particular mediante una reducción de las MDSC y un aumento de las células inmunitarias activas. La ausencia de efectos secundarios importantes refuerza el interés por este tipo de intervención.
Sin embargo, los investigadores recomiendan precaución. Aunque los suplementos dietéticos de champiñones están disponibles comercialmente, no han recibido la aprobación oficial. Autoprescribir estos extractos sin supervisión médica podría implicar riesgos.
El estudio abre nuevas perspectivas en oncología integrativa. Además de los champiñones, también se están estudiando otros nutracéuticos, como la granada o los arándanos, por ejemplo. En última instancia, estas sustancias podrían complementar los enfoques tradicionales contra el cáncer.
Para ir más allá, el equipo de City of Hope planea evaluar si la reducción de MDSC se traduce en una mejor supervivencia de los pacientes. Esta investigación, aún en curso, bien podría redefinir el lugar de los alimentos en los tratamientos médicos.
¿Qué es un nutracéutico?
Los nutracéuticos se refieren a sustancias o alimentos que combinan nutrición y propiedades medicinales. El término, un mezcla de “nutrición” y “farmacéutico”, fue acuñado en 1989 para describir alimentos beneficiosos para el salud más allá de su ingesta nutricional. Estos productos proceden de fuentes naturales como plantas, frutas, setas o extractos de plantas. Por ejemplo, se están estudiando las semillas de uva o los champiñones por sus posibles efectos anticancerígenos. Su popularidad está creciendo gracias al interés en enfoques de salud alternativos.
En medicina, los nutracéuticos suelen complementar los tratamientos tradicionales. Pueden respaldar la inmunidad o reducir los efectos secundarios de las terapias, pero requieren investigación para validar su eficacia.
Sin embargo, no todos están regulados, de ahí la importancia de consultar con un especialista antes de incorporarlos a una dieta.