A través de su proyecto Raïse For Sahel, la coordinadora, Dahabaye Danzabé, quiso debatir sobre la importancia de la protección de la vacunación para los niños. Algunas enfermedades se pueden evitar. Según el informe de UNICEF, poco más de 190.000 niños se consideran “dosis cero” en Chad, y el 27% de ellos tienen menos de un año. Con la ayuda de un consorcio de socios, el objetivo es llegar a los niños de comunidades frágiles en zonas afectadas por el conflicto.
Las provincias de Moyen Chari, Mayo-Kebbi Ouest y Logone Oriental son las primeras en ser atacadas. Consciente de no poder actuar solo, el jefe del cantón de Kara, Didalnan Moïse, pidió a los jefes de aldea, a los líderes religiosos y a la población que difundan al máximo el mensaje de sensibilización sobre la vacunación.
Una movilización multidimensional
Si bien Chad fue certificado como “país libre de polio” en 2016, por no haber registrado ningún nuevo caso de poliovirus salvaje en el país durante cuatro años, la enfermedad ha resurgido. En 2023, 53 niños serán diagnosticados, frente a 47 en 2022.
Durante el mes de mayo se iniciará la primera edición de la campaña nacional de vacunación contra la polio para 2024. Como parte de la primera fase de la respuesta a la vacuna, organizaciones asociadas: la OMS, UNICEF y la Fundación Bill y Melinda Gates han logrado una movilización financiera de casi 3,6 millones de dólares. Se están movilizando recursos humanos adicionales para optimizar la vigilancia de los casos de parálisis flácida y la vacunación de los niños.
En el centro de Chad, la lucha sigue siendo similar. Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) están lanzando una campaña de vacunación contra la epidemia de difteria en la región de Batha. Según su último informe, en 2023 se registraron 825 casos de difteria y 36 muertes en los distritos de Ati, Alifa, Yao y N’Djamena Boulala.
Para remediar drásticamente esta epidemia, MSF planea vacunar a 25.000 personas de edades comprendidas entre 6 meses y 40 años. Chad no es el único que sufre posibles epidemias desde 2022. Los países fronterizos como Níger y Nigeria, al igual que toda la región del Sahel, se ven muy afectados. Algunas patologías reaparecen, aunque no se observaron durante un período anterior de varios años.
Es imperativo cuestionar las consecuencias reales de los movimientos forzados de población debido a conflictos sobre la salud de los niños.
