Alimentación: Estos cinco alimentos son muy malos para la moral

La tentación de comer alimentos poco saludables suele ser grande y podemos acabar arrepintiéndonos, hasta el punto de encontrarnos con la moral baja. Y efectivamente existe una relación de causa y efecto. Porque, si determinados alimentos, como los fermentados, los frutos rojos y el chocolate negro, son precursores del bienestar psicológico, otros, en cambio, pueden resultar verdaderamente perjudiciales para la mente, sobre todo a largo plazo.

Por tanto, es mejor renunciar a determinados alimentos, aunque pueda resultar muy tentador sucumbir a ellos, y sustituirlos por variantes más saludables. Un gran estudio muestra que una persona que come grandes cantidades de alimentos ricos en nutrientes está menos deprimida, más feliz y mejor.

Los alimentos dulces proporcionan una sensación instantánea de felicidad. Todo el mundo ya lo ha experimentado al morder un cuadrito de chocolate. Lamentablemente, el azúcar que contienen también provoca mal humor. Peor aún, un estudio británico ha puesto de relieve una relación entre el consumo regular de azúcar y determinados trastornos psicológicos que pueden provocar, en particular, depresión o trastornos de ansiedad a largo plazo. A corto plazo, el azúcar también puede provocar mal humor. De hecho, el pico inicial de los niveles de azúcar en sangre suele ir seguido de una caída aún más repentina del nivel de azúcar en sangre, lo que probablemente provoca irritabilidad y deterioro del estado de ánimo.

La pizza, las patatas fritas y otras alitas de pollo fritas, consideradas comida reconfortante, pueden proporcionar una sensación de bienestar a corto plazo, pero son extremadamente perjudiciales para la mente. Y por una buena razón, los ácidos grasos trans contenidos en alimentos altamente procesados son responsables de la inflamación en el cuerpo, como señalan los especialistas. Por tanto, tienen un efecto negativo sobre el microbioma intestinal, que puede ir acompañado de mal humor. Investigadores estadounidenses han descubierto un vínculo potencial entre los alimentos altamente procesados ​​y la depresión.

Las personas que deciden dejar el azúcar suelen recurrir a edulcorantes sintéticos que se encuentran en los refrescos, por ejemplo. Equivocadamente, porque como demuestra un estudio, los edulcorantes sintéticos provocan disfunciones cerebrales relacionadas con la aparición de depresión. Esto podría explicarse, en particular, por el hecho de que los edulcorantes sintéticos tienen un impacto desfavorable en la transmisión de señales en el cerebro.

Para muchos, el café es EL estimulante por excelencia. Y no tiene nada de malo. De hecho, el café Es beneficioso para la salud e incluso puede alargar la esperanza de vida, siempre que no se abuse de él. Si se consume en exceso, la cafeína puede estimular demasiado el sistema nervioso y provocar un aumento de los niveles de cortisol. El cortisol es la hormona del estrés, capaz de provocar nerviosismo, agitación y problemas de sueño… y, por tanto, tener un impacto negativo en el bienestar general.

Si pensabas que te estabas haciendo bien comiendo un trozo de pan blanco o un plato de pasta, ¡piénsalo de nuevo! Porque estos alimentos son ricos en carbohidratos. Estos provocan picos de azúcar en sangre, seguidos de caídas aún mayores de energía. Seguro que es suficiente para bajar el ánimo. Por tanto, es preferible consumir alimentos a base de cereales integrales que tengan un efecto saciante a largo plazo.

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