Una mujer de Longueuil se prepara en los últimos días para pasar varios meses encerrada en su casa debido a su grave alergia al frío, que se manifiesta incluso cuando tiene que sacar comida de su frigorífico.
Marie Greif es una de las pocas personas que padece urticaria fría. En Canadá, se estima que menos del 1% de la población padece esta alergia, pero aún es difícil tener datos precisos al respecto.
“Desde octubre paso el invierno hasta abril, principios de mayo. Así que realmente vivo en la casa”, explicó en una entrevista con Noticias de TVA.
El frío representa para ella algo más que una simple incomodidad. La señora Greif no tiene más remedio que ponerse guantes cuando tiene que sacar algo de la nevera.
El más mínimo contacto con el frío le provoca importantes manchas rojas en la piel, antes de empezar a hincharse y picar, situación que en ocasiones le ha llevado al hospital.
Consumir una bebida demasiado fría también le resulta difícil ya que puede afectar su sistema respiratorio.
A causa de su alergia, la residente de Longueuil se enfrenta a veces a muchos prejuicios.
“Nos miran de manera transversal diciendo “pero por qué no te vas a vivir al sur”. En el sur hace el mismo frío: abrir la nevera, el aire acondicionado que no puedo usar, incluso ducharme es problemático”, afirma.
“Mientras tenga una crisis, me gustaría tenerla en un lugar donde tenga un buen seguimiento médico”, añadió.
Según los alergólogos, la alergia al resfriado, cuyas causas aún son un misterio, puede provocar en algunos casos un shock anafiláctico.
“Sabemos que hay el doble de mujeres que de hombres que padecen urticaria porque las células alérgicas, que reaccionan, tienen receptores hormonales en su superficie y, después de la menopausia, la situación se iguala entre los dos sexos”, indicó también el Dr. Philippe Bégin, alergólogo. en el CHUM y CHU Sainte-Justine.
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