Del pene al cerebro, continúa la invasión de microplásticos

Del pene al cerebro, continúa la invasión de microplásticos
Del pene al cerebro, continúa la invasión de microplásticos
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La lista de órganos del cuerpo humano contaminados con microplásticos va en aumento. Después de que los pulmones, el tracto digestivo, los riñones y el hígado, también quedarían contaminados el pene y el cerebro. Un nuevo estudio publicado el 19 de junio en el International Journal of Impotence Research destacó la presencia de estas partículas en este órgano genital. Nuestro cerebro también se ve afectado, según un estudio en fase previa a la publicación, que por lo tanto aún debe ser validado por pares. Un tercer estudio publicado en marzo de 2024 en el Revista de Medicina de Nueva Inglaterra También se encuentra en las arterias, en las placas ateroscleróticas responsables de los trastornos cardiovasculares.

¿Son significativos estos primeros resultados? ? « Sin duda »estima el investigador Xavier Coumoul, codirector del equipo de investigación Metatox. Para este profesor de toxicología de la Universidad Paris-Cité, el hecho de que los métodos de análisis caractericen cada vez mejor los nanoplásticos, que son más pequeños y, por tanto, más móviles, « conducirá a encontrar cada vez más en todo el cuerpo humano. Este es un tema de alerta. ».

Los resultados sobre el pene o el cerebro, que permanecen aislados, « se debaten en la comunidad científica que trabaja con el plástico »no obstante, afirma Bettie Cormier, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Precisa que no se conoce ningún mecanismo que explique el paso de plásticos del tamaño de un micrómetro a través de la barrera hematoencefálica que protege el cerebro. « El método utilizado en estos estudios de cromatografía de gases junto con la espectrometría de masas aún debe validarse. »estima este investigador de ecotoxicología.

Descontaminar laboratorios analíticos

Otro problema para evaluar la fiabilidad de los estudios es el riesgo de contaminación de las muestras por microplásticos presentes en todo nuestro entorno y, por tanto, también en los laboratorios. Guillaume Duflos, responsable de la misión de microplásticos de la Anses, describe cómo la agencia revisó estos procesos analíticos para limitar y cuantificar esta contaminación. Por ejemplo, usar monos de algodón para evitar la contaminación de la ropa con fibras plásticas.

« Hoy en día, también es imprescindible disponer de controles positivos, un recipiente dejado al aire libre en el laboratorio lleno de una solución que inicialmente se garantiza que no contiene plástico. Medir al final del experimento la cantidad de plástico en la solución da una idea de la contaminación de las muestras en el laboratorio. »especifica el experto.

« Lo que hoy nos plantea dudas es la liberación de aditivos en el organismo. »

« Los microplásticos son eliminados principalmente por el cuerpo, filtrados en los pulmones o evacuados en las heces. Pero eso de ninguna manera elimina su toxicidad debido a las sustancias químicas presentes en los plásticos y liberadas en el cuerpo. »explica Bettie Cormier. Su equipo noruego publicó un informe a principios de 2024 que estima que los aditivos químicos en los plásticos representan el principal peligro tóxico: « Hemos demostrado que un problema mayor que la presencia de micropartículas son los 16.000 productos químicos que se sabe que tienen potencial tóxico utilizados en los plásticos. »

De hecho, un plástico se compone de polímeros pero también de numerosos aditivos químicos para darle las propiedades deseadas, aditivos que representan la mitad de la masa de la pieza de plástico. « Lo que hoy nos plantea dudas es la liberación de estos aditivos en el organismo. »confirma Guillaume Duflos. Un estudio reciente publicado en septiembre de 2024 en Naturaleza muestra que de estas 16.000 sustancias, 3.600 ya han sido detectadas en humanos.

Los modelos animales, pero también nuevos modelos organoides que reproducen órganos humanos en el laboratorio (por ejemplo, un cerebro en miniatura), permiten ahora empezar a estudiar la toxicidad de los cócteles químicos presentes en los plásticos. Pero el proyecto es titánico dado el número desproporcionado de posibles recombinaciones entre las 16.000 sustancias identificadas.

« También son necesarios estudios epidemiológicos en cohortes humanas para controlar la cantidad de plásticos en el cuerpo y asociarla con el desarrollo de patologías, estudios que, que yo sepa, aún no se han iniciado. »comenta Xavier Coumoul.

Inflamación y enfermedades crónicas.

La toxicidad mecánica, es decir, la presencia concreta de partículas de microplásticos en nuestro cuerpo, no es despreciable. Varios estudios en animales muestran claramente que la acumulación de micropartículas participa en un fenómeno inflamatorio responsable de numerosas enfermedades crónicas, aunque todavía hay pocas pruebas para trasladar estos resultados al ser humano.

A estas toxicidades se suma la específica de los nanoplásticos, ligada a las propiedades de estas partículas que pueden interactuar con nuestras propias moléculas biológicas. En un informe presentado a la Comisión Europea en 2023, expertos de la Universidad de West England revisaron la literatura que muestra que los nanoplásticos pueden interactuar con proteínas, lípidos, ácidos nucleicos y formar coronas de nanoplásticos que facilitan su absorción y translocación. Es decir, que les permitan atravesar mejor las membranas biológicas…

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