Varios estudios lo demuestran: hacer deporte ayuda a conseguir un sueño de mejor calidad. Nuevas investigaciones incluso indican que tener una práctica consistente y regular se asocia con un menor riesgo de insomnio.
Los científicos analizaron datos de 4.339 participantes de entre 39 y 67 años, repartidos en 9 países europeos. Estos últimos respondieron diversos cuestionarios sobre la frecuencia y duración de sus actividades deportivas, la duración del sueño o incluso si presentaban síntomas de insomnio.
El objetivo: “explorar la relación entre la actividad física durante un período de 10 años y los síntomas actuales de insomnio, somnolencia diurna y duración estimada del sueño” de los participantes, explican los autores en su estudio publicado el 26 de marzo en la revista BMJ Open.
Durante el seguimiento, el 37% de los voluntarios estuvieron constantemente inactivos, el 25% estuvieron constantemente activos, el 20% se volvieron inactivos y el 18% se volvieron activos entre el inicio y el seguimiento.
Los científicos descubrieron que los adultos que practicaban deporte dos o tres veces por semana y durante un período prolongado tenían un menor riesgo de sufrir insomnio. También eran menos propensos a informar sobre duraciones extremas del sueño. De hecho, tuvieron menos dificultades para conciliar el sueño, duración del sueño demasiado corta (menos de 6 horas/noche) o demasiado larga (más de 9 horas/noche), en comparación con las personas inactivas del estudio.
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