« Con el Covid, todo el mundo se ha acostumbrado a comprar en Internet, incluso quienes no lo hacían antes de la crisis sanitaria, explica Jean-Yves Gras, director general de Colissimo. Durante la pandemia registramos un aumento del 40% en las entregas y continuará en 2024. El aumento de un año para otro es de entre el 3 y el 5%. » En Francia, la mitad de estos paquetes son transportados por servicios o filiales de La Poste: Chronopost, DPD o, por tanto, Colissimo, cuyo responsable nacional estuvo este viernes 13 de diciembre en Cadaujac, en la plataforma que da servicio a toda Nueva Aquitania.
Hay 17 en Francia, pero éste, situado a dos pasos de la A62, es pionero: fue el primero en tener a la vez una parte puramente logística y una parte de entrega, que sirve a todo el sur del área metropolitana de Burdeos. “Y se ha optimizado el procesamiento de los paquetes”, asegura Yann Briand, el director. El 95% de nuestros paquetes se entregan en veinticuatro horas en los cinco departamentos que se extienden desde Vendée hasta Pirineos Atlánticos. »
7 millones de paquetes
Esto es particularmente necesario durante este período de fin de año. En noviembre-diciembre de 2023, el grupo La Poste entregó 100 millones de Colissimo (una quinta parte de su volumen anual) y sus responsables esperan hacer al menos la misma cantidad en 2024. “En Cadaujac, esto representa 7 millones de paquetes. Pasaremos de 150.000 a 260.000 por día, con picos de 350.000”.
Para responder a esto, Colissimo ha implementado un proceso que limita el tiempo entre la llegada de los paquetes a la plataforma y su salida para la entrega a menos de cinco minutos. “Pasan por túneles de lectura en los que las cámaras leen sus etiquetas. A continuación, el software los asigna a los puntos desde los que se enviarán a sus destinatarios, explica Jean-Luc Bourdiol, director de producción. Los cartuchos se preparan a partir de este paso en la cinta transportadora, sin pasar por un centro de clasificación intermedio. »
En Burdeos y Villenave-d’Ornon, La Poste retrocede
A partir del 1 de septiembre, la oficina de correos de la plaza Gambetta cerrará sus puertas debido a la disminución del tráfico. Al mismo tiempo, el del barrio de Benauge debería ver reducido su horario de apertura a la mitad. Finalmente, la oficina del distrito de Chambéry en Villenave-d’Ornon también corre el riesgo de bajar el telón.
Entre el envío (por parte de particulares o grandes empresas como Amazon (cuatro Colissimo sobre diez)) y la entrega, cada paquete se muestra cuatro veces, lo que permite seguir su evolución. Pero una de las claves de esta entrega es también el empleo de manipuladores. Tres mil personas están contratadas en Francia para finales de año, de las cuales 200 en Cadaujac. “Los formamos a partir de noviembre”, afirma Yann Briand. Hemos diseñado técnicas de manipulación muy precisas que, además de garantizar la seguridad de los empleados, permiten procesar 19.000 paquetes por hora, con picos de más de 21.000.”
Entregas cada vez más libres de carbono
Una de las satisfacciones de Colissimo es también poder anunciar entregas cada vez más libres de carbono. El centenar de vehículos movilizados desde la plataforma de Cadaujac son todos eléctricos, y en Burdeos ya están movilizadas 21 bicicletas de carga (también eléctricas). “Actualmente, tres de cada cuatro paquetes se entregan sin emisiones de carbono”, afirma La Poste. Y el objetivo sigue siendo garantizar todas las entregas en modo de bajas emisiones para finales de 2025”.