Los médicos autorizaron este domingo al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a abandonar el hospital de Sao Paulo tras dos cirugías de emergencia para tratar y prevenir hemorragias en la cabeza.
El líder de izquierda de 79 años habló públicamente por primera vez durante una rueda de prensa en el hospital. Parecía optimista, llevaba sombrero y hacía frecuentes gestos con las manos. Destacó que estaba ansioso por volver a trabajar lo antes posible, lo que su equipo médico aprobó, al tiempo que le aconsejó evitar vuelos internacionales de larga distancia hasta nuevo aviso y hacer ejercicio durante un mes.
“Estoy aquí, de una sola pieza”dijo Lula después de pasar la mayor parte de la semana pasada en el hospital Sirio-Libanes de São Paulo, donde estaba siendo tratado. “Estoy curado. Sólo necesito cuidarme”.
golpe de estado
El presidente también comentó sobre el arresto el sábado de Walter Braga Netto, ex ministro de Defensa y compañero de fórmula del ex presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro. El general retirado Walter Braga Netto está acusado por la policía federal de haber planeado un golpe de estado para derrocar a Lula y asesinarlo poco después de su estrecha victoria electoral sobre Bolsonaro en 2022. “Es inaceptable que, en un país tan generoso como Brasil, militares de alto rango planeen la muerte de un presidente”dijo Lula.
Los problemas de salud de Lula han generado dudas entre los analistas políticos, y algunos dicen que los planes de sucesión dentro del Partido de los Trabajadores del presidente se verían arruinados si no puede postularse nuevamente en 2026. Los médicos han indicado que Lula continuará su convalecencia en su casa en Sao Paulo antes de Regresando a Brasilia, la capital. Es poco probable que haga el viaje antes del próximo jueves, cuando le harán un escáner.
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