Arabia Saudita aprobó el martes un presupuesto para 2025 que prevé un déficit de 26.800 millones de dólares, en medio de un alto gasto para apoyar reformas destinadas a diversificar la economía y reducir la dependencia del petróleo en el principal exportador de crudo del mundo.
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El déficit previsto, que representa el 2,3% del producto interno bruto (PIB), es inferior al déficit estimado para 2024 en 30.600 millones de dólares, o el 2,8% del PIB, según el presupuesto publicado por el Ministerio de Finanzas. Esto refleja una caída del gasto: 342.000 millones de dólares previstos para 2025, frente a 358.000 millones de dólares este año.
Arabia Saudita, la mayor economía del mundo árabe, está llevando a cabo un costoso programa de reformas llamado “Visión 2030”, destinado a reducir su dependencia del oro negro centrándose en el desarrollo de los negocios, el turismo y el deporte. Persisten dudas sobre la viabilidad de estos ambiciosos proyectos.
Buque insignia de este programa liderado por el príncipe heredero y líder de facto de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, el costoso proyecto Neom incluye una megalópolis futurista en medio del desierto, una estación de esquí y lujosos complejos turísticos a lo largo del Mar Rojo.
Al mismo tiempo, tras una serie de recortes de producción de petróleo que se remontan a octubre de 2022, Arabia Saudita produce actualmente alrededor de 9 millones de barriles por día (Mb/d), muy por debajo de su capacidad de 12 Mb/j.
“Fluctuaciones en la economía global”
Como resultado de estos recortes de producción, el gigante petrolero saudita Aramco anunció a principios de este mes una caída del 15% en su beneficio neto en el tercer trimestre en comparación con el mismo período del año pasado.
La monarquía del Golfo logró en 2022 su primer superávit presupuestario en casi diez años, impulsada por el aumento de los precios del crudo tras la invasión rusa de Ucrania.
Pero el año pasado marcó el regreso a un déficit presupuestario presentado a finales de septiembre por el Ministro de Finanzas saudí, Mohammed al-Jadaan, como resultado de “una política expansionista estratégica para apoyar la diversificación económica y el crecimiento sostenible”.
Un déficit de hasta el 3% es “totalmente aceptable (…) si el dinero se gasta correctamente”, estimó Jadaan a finales de 2023. En diciembre, indicó que el calendario de algunos grandes proyectos se retrasaría más allá de 2030, sin especificar cuáles, aunque afirmó que otros se acelerarían.
El príncipe heredero, por su parte, afirmó que el presupuesto aprobado el martes permitiría alcanzar “niveles sostenibles de deuda pública y reservas gubernamentales significativas, además de una política de gasto flexible que permita hacer frente a los desafíos y fluctuaciones de la economía mundial”. “, informó la agencia oficial SPA.
Un aumento del 0,8% del PIB en 2024
La realización de Visión 2030 está “en el camino correcto”, aseguró Jadaan el mes pasado, reconociendo no obstante los “desafíos” que llevaron al gobierno a “recalibrar ciertas prioridades” para “no sobrecalentar la economía” y dar al sector privado sector para alinearse con las ambiciones del gobierno.
Si bien las autoridades parecen haber reducido el tamaño y los objetivos de población de Neom, Jaddan pidió durante una conferencia el martes centrarse en la visión general y no en proyectos y objetivos individuales. “Un proyecto como Neom es un proyecto de 50 años o más, no de uno o cinco años”, dijo y agregó que “muchos proyectos exitosos han comenzado a operar exitosamente, con alta calidad y gran eficiencia en el gasto.
También anunció un “aumento del gasto militar” para ayudar a crear un entorno estable y favorable para las reformas.
Las ambiciones de Arabia Saudita requieren “estabilidad”, afirmó, afirmando que para ello el reino necesita “capacidades disuasorias”. “Y con todas las tensiones geopolíticas del mundo, también es necesario asegurarse de tener sus propias capacidades”, dijo.
Arabia Saudita estima que su PIB aumentará un 0,8% en 2024, “impulsado por un aumento de las actividades no petroleras, que se espera que crezcan un 3,7%”, afirmó el ministerio. “Esto refleja el éxito de la diversificación económica, que hace que la economía saudí sea menos dependiente del sector petrolero”, afirma la misma fuente. Finalmente, se espera que la economía del país crezca un 4,6% en 2025, según las previsiones y reportadas por Atalayar.