El primer tratado jurídicamente vinculante sobre la contaminación plástica no verá la luz este año. La quinta y última ronda de negociaciones terminó el domingo sin acuerdo.
Limitar la producción de plástico fue un punto de discordia entre los negociadores, lo que refleja profundas diferencias sobre las prioridades económicas y ambientales: Hemos logrado avances significativos en Busan en nuestro esfuerzo colectivo para combatir la contaminación plástica, incluido su impacto en el medio marino. Sin embargo, nuestro trabajo está lejos de terminar y debemos seguir siendo pragmáticos y seguir colaborando para lograr nuestro objetivo común, subrayó Luis Vayas Valdivieso, presidente del Comité Intergubernamental de Negociación.
Además, la introducción de controles globales sobre las sustancias químicas tóxicas utilizadas en la fabricación de plásticos no ha contado con un apoyo unánime. Además, algunos negociadores consideraron que el proyecto de tratado no era suficientemente vinculante, al considerar que no respondía plenamente a la emergencia medioambiental vinculada a la contaminación por plástico.
Grupos ambientalistas, líderes indígenas y otras personas que visitaron Busan dijeron que las negociaciones deberían haber sido transparentes y se sintieron silenciados. Los negociadores prometen reanudar las discusiones el próximo año.
Senegal