Ocho textos figuran en el programa de la jornada de iniciativa parlamentaria de La Francia Insumisa (LFI) en la Asamblea Nacional, prevista para el jueves 28 de noviembre. Pero los diputados tienen muy pocas posibilidades de ir más allá del primer texto de este “nicho”. Y con razón: se trata del tan esperado proyecto de ley para derogar la reforma de las pensiones. Es la primera vez que un proyecto de ley de este tipo llega a sesión sin haber sido vaciado de sustancia en comisión, a pesar de varios intentos desde la aprobación de la reforma en abril de 2023. En teoría, los diputados podrían lograr derogarlo en primera lectura desde la izquierda. y la Agrupación Nacional han anunciado que votarán a favor del texto. En teoría, porque ya se han presentado casi mil enmiendas.
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Los “nichos”, estos días donde un grupo parlamentario tiene el control de la agenda, funcionan como “días de Cenicienta”: empiezan a las 9 de la mañana y, pase lo que pase, a medianoche, todo se detiene. No importa que estemos examinando un texto y cinco minutos antes de la votación se rompa el hechizo. ¿Puede realizarse una votación antes de la medianoche del jueves? Ésta es toda la cuestión, porque los promotores de la reforma de 2023, la coalición presidencial y Los Republicanos (LR), no piensan quedarse de brazos cruzados. “Vamos a presentar un cierto número de enmiendas… Quieren mantener vivo el debate, nosotros vamos a mantener vivo el debate”, asegura el diputado de LR por la Mancha Philippe Gosselin. En resumen: diluir los debates y obstruir para evitar una votación antes de medianoche.
Irónicamente, en el momento del examen de la reforma de las pensiones, en febrero de 2023, fue la izquierda, y en última instancia sólo el LFI, la que practicó la obstrucción. Ya en ese momento, para evitar a toda costa una votación y la legitimación por parte de la Asamblea Nacional de una reforma muy impopular. Así justificó entonces LFI su obstrucción: “Existe una diferencia entre obstaculizar el respeto de la soberanía popular y, por el contrario, impedir la expresión de la soberanía popular”explicó, el martes por la mañana, la presidenta del grupo LFI a la Asamblea, Mathilde Panot. Sin embargo, la estrategia generó polémica, ya que la antigua mayoría no tuvo palabras lo suficientemente duras para denunciar esta actitud. Incluso si la obstrucción parlamentaria no es nada nuevo y ha sido practicada, con el tiempo, por casi todos los campos de la oposición.
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