Tánger: en Borj En-nâam, inmersión en el mundo del explorador Ibn Battouta

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«El espacio expositivo de la memoria de Ibn Battuta, situado en Borj En-nâam, en el barrio de la Kasbah de Tánger, ha enriquecido sin duda la oferta cultural y turística de la ciudad del Estrecho», estima, en un intercambio con le360Rajae El Hannach, director de proyectos de la sociedad gestora del puerto de la ciudad de Tánger (filial de la Agencia Nacional de Puertos y de la Sociedad de Desarrollo para la reconversión del espacio portuario de Tánger – SAPT).

Este espacio nació después de la rehabilitación, en 2022, por parte del SAPT, de Borj En-nâam (literalmente “el Fuerte Avestruz”), una de las siete torres históricas de la ciudad, anteriormente abandonada y en estado ruinoso, destacó nuestra interlocutor. Este proyecto se enmarca en la reconversión de la zona portuaria de la ciudad de Tánger y en el programa de rehabilitación y valorización de la antigua medina de Tánger (2020-2024), iniciado por el rey Mohammed VI, recordó.

Este espacio pone en valor el legado del ilustre explorador marroquí y tangerino, Ibn Battuta, que vivió en el siglo XIV y dedicó 29 años de su vida a viajar por 38 países. El sitio da la bienvenida a visitantes de todos los sectores sociales: residentes de la ciudad, turistas nacionales y extranjeros, escolares, estudiantes y otros investigadores.

Les permite descubrir la historia de este viajero legendario y profundizar en su fascinante experiencia, a través de varias salas donde se muestra su biografía, sus mapas de viaje, sus libros, las personalidades que conoció, así como los medios de transporte utilizados (camellos, caballos, barcos, caravanas, etc.).

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Además de este museo, el recinto de Borj En-nâam también cuenta con una gran explanada histórica donde, entre otras cosas, se exponen los cañones Armstrong del siglo XIX, precisa el director. Cada año se organizan encuentros internacionales en este espacio dedicado a la memoria de Ibn Battuta, ya sea con motivo de su cumpleaños o para conmemorar el inicio de su viaje, concluye Rajae El Hannach.

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