El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, llegó a Italia el viernes después de hacer un apasionado llamado a sus aliados reunidos en Alemania para que proporcionen más armas mientras Moscú avanza en el frente oriental.
El líder ucraniano ha defendido con fuerza la causa de su país en el foro económico Casa Europea-Ambrosetti en Cernobbio (norte), una especie de mini-Davos donde se reunirá, en particular, con la primera ministra Giorgia Meloni.
También estuvo presente el primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien se ha mantenido cercano al Kremlin a pesar de la guerra en Ucrania, cuyo país ostenta la presidencia de la Unión Europea y quien dijo que esperaba reunirse con el líder ucraniano.
Durante su último encuentro cara a cara en Kiev a principios de julio, Orban había pedido a Zelenski que considerara un “alto el fuego rápido”, lo que ilustra sus diferencias, pero también las que existen entre Budapest y la mayoría de los europeos.
El viernes, el húngaro reiteró su llamamiento a un alto el fuego, que Zelenski rechazó de inmediato. “Mucha gente habla de un alto el fuego en estos momentos”, pero el presidente ruso, Vladimir Putin, nunca ha cumplido sus promesas anteriores de silenciar las armas. En cada ocasión, “volvieron a matarnos en la línea de contacto”, afirmó.
Volodymyr Zelensky, que acudió por primera vez a una reunión de partidarios internacionales de Kiev en el oeste de Alemania, exigió a sus aliados “más armas” para repeler a las fuerzas rusas, “en particular en la región de Donetsk”, en el este.
Luego se reunió no lejos de allí, en Frankfurt, con el canciller Olaf Scholz, para una reunión centrada en particular en “la búsqueda común de una paz justa y duradera para Ucrania”, según la cancillería.
– Misiles de largo alcance
Dos años y medio después del lanzamiento de la invasión rusa, Ucrania está en crisis: su ofensiva, iniciada a principios de agosto en territorio ruso en la región de Kursk, no ha ayudado a detener el avance de Moscú en el este.
Moscú está incrementando sus bombardeos mortíferos, como el reciente sobre un instituto militar en Poltava, en el centro de Ucrania, que dejó al menos 55 muertos.
En la base aérea estadounidense de Ramstein, Zelenski reiteró su exigencia de poder utilizar armas de largo alcance suministradas por sus socios “no sólo en el territorio ocupado de Ucrania, sino también en territorio ruso” para destruir las bases desde las que Moscú lanza sus misiles.
En Italia, insistió en que bajo ninguna circunstancia se utilizarían estas armas para atacar a civiles o objetivos no militares, incluso si “son nuestros enemigos, porque apoyan las políticas de Putin”.
Sin embargo, varios países importantes, incluidos sus dos principales proveedores de armas, Estados Unidos y Alemania, siguen mostrándose reacios por temor a una escalada con Moscú, que plantea periódicamente la amenaza nuclear.
“No creo que ninguna capacidad específica sea decisiva”, dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, después de la reunión, afirmando que Ucrania debería confiar en una combinación de diferentes armas.
Su homólogo alemán, Boris Pistorius, afirmó que la posición de Berlín sobre el asunto no ha cambiado.
– Nueva ayuda militar
Lloyd Austin anunció 250 millones de dólares en nueva ayuda militar que “aumentará las capacidades para satisfacer las necesidades cambiantes de Ucrania”.
“Moscú continúa su ofensiva en el este de Ucrania, en particular en los alrededores de Pokrovsk. Y el Kremlin sigue bombardeando ciudades ucranianas y atacando a civiles ucranianos. Es un escándalo”, afirmó Austin.
Londres también anunció un contrato de 162 millones de libras (192 millones de euros) para 650 misiles ligeros multifunción de corto alcance, que pueden dispararse desde una variedad de plataformas terrestres, marítimas y aéreas.
Por su parte, Pistorius anunció la entrega de doce obuses Tipo 2000, seis de los cuales serán entregados este año y el resto en 2025, por un total de 150 millones de euros. Berlín confirmó el miércoles nuevos envíos de sistemas de defensa aérea Iris-T, destinados a interceptar misiles rusos.
Desde el comienzo de la guerra, los ministros de Defensa del grupo de contacto se han reunido periódicamente en Ramstein para discutir con representantes militares el apoyo a Kiev.
Si bien reafirman periódicamente su solidaridad inquebrantable, muchos gobiernos se enfrentan a una opinión pública dividida a medida que la guerra se prolonga.
Kiev está cada vez más preocupada porque el tiempo de los grandes paquetes de ayuda de Estados Unidos, donde no se descarta un regreso al poder de Donald Trump, parece haber terminado.
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