Una iniciativa reciente quiere obligar al Banco Nacional Suizo a comprar la principal criptomoneda. Otros bancos centrales y gobiernos están llamados a hacer lo mismo, pero a menudo se muestran reacios.
El Banco Nacional Suizo (SNB) sería el segundo del mundo en lanzarlo. Por el momento, sólo existe el banco central de El Salvador, que tiene el 10% de sus reservas en bitcoin. Todos los demás se mantuvieron alejados de las criptomonedas.
Pero esto podría cambiar en Suiza. En cualquier caso, este es el deseo de un grupo de entusiastas de las criptomonedas, que esta semana presentaron una iniciativa para consagrar en la Constitución la obligación del BNS de poseer oro y bitcoins.
El tema está ganando impulso en casi todas partes. En Alemania, el liberaldemócrata Christian Lindner, que fue ministro de Finanzas hasta noviembre pasado, sugirió que el Banco Central Europeo hiciera lo mismo.
>> Para saber más sobre el tema: Una iniciativa popular quiere obligar al SNB a invertir en bitcoin
Acciones “estratégicas” en Estados Unidos
En Estados Unidos, Donald Trump también tiene un plan para acumular lo que él llama reservas estratégicas de bitcoins por valor de 15 billones de dólares, junto con las reservas de oro ya existentes. Para el presidente electo, este botín reforzaría la situación financiera del país, que ya posee más de 200.000 tras las incautaciones, es decir, un total de casi 20 mil millones de dólares. Algunos estados americanos, como Florida, han anunciado que también quieren acumular existencias.
En Suiza, los iniciadores quieren sobre todo generar un debate sobre las criptomonedas y su lugar en la economía. Para el BNS, estas compras permitirían diversificar sus reservas beneficiándose al mismo tiempo de la rentabilidad del bitcoin. Este último estableció una serie de récords el año pasado. Su valor se duplicó con creces y superó los 100.000 dólares a finales de año.
Precaución moral para bitcoin
Obligar al banco central a poseer la principal criptomoneda también permitiría integrarla en el sistema financiero y darle una especie de garantía moral. Esto puede parecer paradójico, ya que bitcoin, por definición, es una moneda antisistema, descentralizada y que no requiere autoridades.
Hasta ahora, el BNS se ha mostrado bastante escéptico respecto a estas propuestas. Su expresidente, Thomas Jordan, que abandonó la institución a finales de septiembre, estimó hace dos años que el bitcoin no cumplía los criterios para figurar entre las reservas. Contactado, el banco confirmó hoy estos comentarios. El BNS busca primero la estabilidad, que no es el punto fuerte de las criptomonedas, antes que el rendimiento de los activos que posee. Por ahora está permitido comprar acciones, bonos, divisas, derivados y oro.
Y otros bancos centrales parecen estar en la misma página. Este otoño, el Banco Central Europeo (BCE) publicó un artículo en el que explica que bitcoin simplemente no tiene valor, que es incluso un factor de desigualdad. Por lo tanto, la resistencia a que esta criptomoneda se convierta en una parte integral del sistema sigue siendo significativa.
Mathilde Farine