Carlos Ghosn, el exjefe derrocado de Nissan, dijo el lunes que el fabricante de automóviles japonés en dificultades estaba en “modo de pánico” mientras inicia negociaciones para una fusión con su archirrival Honda.
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Nissan anunció en un comunicado de prensa el lunes que las dos compañías habían acordado iniciar negociaciones para una fusión que probablemente crearía el número tres mundial del sector.
Mitsubishi Motors, de la que Nissan es el principal accionista, podría sumarse a las negociaciones para integrar la nueva alianza industrial en un “holding único”.
Ghosn, arrestado en Japón en 2018 bajo sospecha de malversación de fondos, huyó del país escondido en una caja de equipo musical al año siguiente mientras estaba en libertad bajo fianza.
“Francamente, me pregunto cómo va a funcionar esto”, dijo a los periodistas en Tokio por videoconferencia el septuagenario franco-libanés-brasileño, que se encuentra prófugo en el Líbano.
El mes pasado, Nissan, muy endeudada, anunció que eliminaría 9.000 puestos de trabajo de su fuerza laboral global y recortaría su capacidad de producción, después de sufrir una pérdida neta inesperada en el último trimestre y ver su margen operativo desaparecer casi por completo.
Ghosn dijo que “no estaba absolutamente convencido de que (Nissan) tenga los talentos necesarios para enfrentar los desafíos que enfrenta”.
Según él, el grupo se encuentra hoy “en modo de pánico, suplicando a su eterno enemigo” Honda.
¿Una buena idea?
Honda y Nissan, segundo y tercer fabricante de automóviles japonés, respectivamente, detrás de Toyota, pretenden cerrar un acuerdo de fusión en junio de 2025, según varios medios locales.
Ghosn, que niega haber actuado mal y dice que huyó de Japón porque no creía que pudiera beneficiarse de un juicio justo, dictaminó que Nissan se había “marginado debido a sus propios errores”.
“Honda es mucho más fuerte que Nissan, pero todavía no es una fuerza en desarrollo en esta industria” frente al cambio estratégico en los vehículos eléctricos, un nicho dominado por los fabricantes chinos y el estadounidense Tesla, añadió.
También dijo estar “sorprendido” por la noticia de esta fusión, porque “no hay complementariedad” entre Nissan y Honda, cuyas fortalezas y debilidades están en los mismos ámbitos.
“Desde el punto de vista industrial, hay duplicados por todas partes. Así que para mí no tiene sentido”, espetó.
Aunque las dos empresas podrían “encontrar sinergias para el futuro, no veo nada obvio en esta asociación o alianza”.
El gigante taiwanés del ensamblaje de productos electrónicos Foxconn (Hon Hai) también se acercó a Nissan para adquirir una participación mayoritaria, según la prensa japonesa, precipitando la apertura de negociaciones con Honda.
Si el gobierno japonés no quiere perder el control de Nissan y prefiere que esté “en manos de otro interés japonés, entonces eso tiene sentido políticamente”, admitió Ghosn.
“Pero esto significa que una vez más anteponemos el control al rendimiento”, añadió.