La evaluación de la estrategia de propiedad de Swisscom, realizada por Swiss Economics en nombre del Departamento Federal de Medio Ambiente, Transportes, Energía y Comunicaciones (DETEC), acaba de arrojar sus conclusiones. Este análisis en profundidad confirma que la participación mayoritaria de la Confederación en el operador histórico sigue siendo necesaria, fundamentalmente por razones relacionadas con la seguridad nacional.
El estudio revela que el servicio universal y la calidad de las redes de telecomunicaciones podrían garantizarse sin la participación del Estado, gracias a la legislación existente y a la competencia del mercado. Sin embargo, el control de esta infraestructura crítica por parte de la Confederación permite actuar de manera más eficiente y rápida que a través de medios regulatorios o contractuales únicamente.
Infraestructura crítica para la seguridad nacional
Los expertos examinaron varias alternativas, como una participación minoritaria o una escisión de la empresa, pero ninguna resultó más relevante que el status quo actual. De hecho, la posesión del 51% del capital por parte del Estado ofrece el mejor compromiso para preservar los intereses de seguridad de Suiza, especialmente en caso de una situación extraordinaria.
La infraestructura de TI y comunicaciones de Swisscom desempeña un papel estratégico para garantizar la capacidad de acción del país. Los sistemas del operador garantizan la transmisión fiable de información esencial para las autoridades y las organizaciones de socorro, según un informe vinculado al comunicado de prensa.
Próximos pasos
Sobre la base de estos hallazgos, DETEC y el Departamento Federal de Finanzas (FDF) desarrollarán ahora los nuevos objetivos estratégicos de Swisscom para el período 2026-2029. Esta hoja de ruta debería reforzar notablemente el papel del operador en la protección de las infraestructuras críticas del país.
La evaluación forma parte de la estrategia de gobierno corporativo del gobierno federal, que examina periódicamente la relevancia de sus participaciones. En el caso de Swisscom, mantener el control estatal parece ser la solución más adecuada para conciliar el desempeño comercial y los imperativos de seguridad nacional.
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