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Un biólogo de la Universidad de Oxford sugiere que si los humanos se extinguieran, los pulpos podrían construir la próxima gran civilización. Según él,Los animales no sólo son lo suficientemente inteligentes para esto, sino que también tienen una excelente capacidad para adaptarse a una amplia gama de condiciones, a diferencia de los humanos y la mayoría de los mamíferos. Sin embargo, nuestros profundos impactos en el planeta podrían aniquilar, para ellos, cualquier posibilidad de evolucionar.
Los registros fósiles han demostrado que durante los últimos 500 millones de años, la Tierra ha experimentado cinco extinciones masivas que acabaron con ramas enteras del árbol de la vida, la última de las cuales fue la de los dinosaurios hace unos 65 millones de años. Se necesitaron millones de años adicionales para que los ecosistemas se adaptaran y recuperaran. Los científicos estiman que actualmente nos enfrentamos a la sexta extinción masiva. Sin embargo, a diferencia de las anteriores, se debe a la proliferación de una sola especie: laun hombre sabio.
Los estudios han demostrado que en los últimos siglos se han perdido ramas enteras del árbol de la vida, únicamente debido a la expansión de la actividad humana. Las investigaciones sugieren que el 50% de las especies terrestres podrían extinguirse para 2080 si no se reducen rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero y la deforestación causadas por el hombre. Otros factores también podrían conducir a una extinción masiva, como una guerra nuclear.
Si los humanos desaparecieran de la faz de la Tierra, ¿qué especies podrían tomar el relevo para construir una nueva civilización? Según Tim Coulson, biólogo de la Universidad de Oxford, el pulpo podría ser un excelente candidato. Considera que son una de las criaturas más inteligentes y adaptables del planeta, destacando en particular su capacidad para resolver problemas complejos, lo que podría ser una ventaja evolutiva decisiva en un entorno de extinción masiva.
Inteligencia excepcional y capacidad de adaptación.
La inteligencia y destreza de los pulpos se puede explicar por su sistema nervioso descentralizado. Tienen un sistema nervioso muy evolucionado, con grupos neuronales particularmente densos en cada uno de sus ocho tentáculos. Más precisamente, tienen nueve cerebros independientes, uno de ellos en la cabeza y los otros ocho en la unión de cada tentáculo.
Una gran cantidad de estudios y experimentos han demostrado que son capaces de manipular todo tipo de objetos, abrir cerraduras, recorrer complejos laberintos, elaborar estrategias para asaltar los suministros de alimentos de sus vecinos, etc. Incluso se ha observado que algunas especies utilizan herramientas en la naturaleza, como portar cocos huecos para usarlos como armadura o refugio improvisado.
Otros animales, como los monos y los cuervos, también pueden utilizar herramientas, pero no tienen ocho extremidades poderosas y hábiles que trabajen en conjunto para enfrentar los desafíos de su entorno. Además de su agilidad, los pulpos también tienen otras habilidades. Por ejemplo, pueden integrarse en su entorno cambiando rápidamente la pigmentación de su piel o imitando (casi a la perfección) la forma y el color de otros animales para escapar de los depredadores. Esto ilustra una asombrosa capacidad para aprender de la experiencia, incluida la memorización de qué animales imitar para intimidar y repeler a los depredadores.
Por otro lado, a diferencia de los humanos y otros mamíferos que sólo pueden vivir en ambientes relativamente restringidos, los pulpos viven en una amplia diversidad de ambientes, que van desde aguas costeras poco profundas hasta las profundidades del mar. “ Hay muchas especies de pulpos, no sólo una especie. [comme] la especie humana “, explica Coulson.
« Aunque a algunas poblaciones y especies les puede ir mal, creo que otras tienen la capacidad de sobrevivir, extenderse y divergir a través de la evolución para colonizar una amplia variedad de hábitats. “. Un estudio reciente también ha demostrado que ciertas especies pueden adaptarse rápidamente a los cambios ambientales, por ejemplo, modificando su ARN en respuesta al frío.
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Una posibilidad de evolución reducida por el impacto de las actividades humanas.
Sin embargo, la inteligencia y la destreza no son suficientes para construir una civilización. Para ello, sería necesario poder establecer estructuras sociales y promover el aprendizaje intergeneracional. La capacidad de aprender de los demás es una de las bases fundamentales de la sociedad. Sin embargo, se sabe que los pulpos son animales solitarios, que generalmente sólo se juntan para aparearse y, en gran medida, valerse por sí mismos desde el nacimiento. Algunas especies son incluso caníbales.
Sin embargo, algunas especies todavía muestran signos de comportamiento social. Se ha observado convivencia en pequeños grupos de unos diez ejemplares, lo que sugiere una posible evolución hacia una socialización más amplia. Un estudio reciente también demostró que algunos pulpos pueden colaborar con otros animales para liderar sesiones de caza en grupo. En un futuro hipotético donde desarrollaran una civilización, podrían coexistir con otras especies supervivientes de la sexta extinción.
Sin embargo, los impactos de las actividades humanas en el planeta podrían reducir, o incluso eliminar, las posibilidades de que se produzca tal evolución. La contaminación por microplásticos, la sobrepesca y el calentamiento de los océanos tienen impactos dramáticos en la vida marina, y los pulpos no se salvan.
Si los pulpos no sobreviven a la extinción masiva, los investigadores estiman que los nematodos (que se encuentran en casi todos los hábitats de la Tierra) y ciertas aves con características de inteligencia avanzadas (como las cacatúas y los cuervos) también podrían ser buenos candidatos para construir una nueva civilización.