La inteligencia artificial generativa es una gran herramienta de uso diario, que facilita y optimiza gratamente las tareas de la vida profesional y personal. Sin embargo, cada vez vemos más abusos, e incluso soluciones que van en contra del bienestar.
Pero eso es sólo la punta del iceberg, según un estudio reciente de la Universidad de California en Riverside y el Instituto de Tecnología de California, que destaca riesgos catastróficos para la salud, con miles de muertes cada año en los Estados Unidos.
Muertes por IA y su contaminación
Teniendo en cuenta el elevado consumo energético de la IA, los investigadores sugieren que la contaminación del aire vinculada a esta actividad podría provocar la muerte de 1.300 personas al año en Estados Unidos. Esto se debe, en particular, al uso regular de fuentes de energía fósiles, que contribuyen al aumento de la contaminación del aire.
No sorprende que sean las personas de bajos ingresos las más afectadas por esta contaminación, dado que viven cerca de centrales eléctricas, instalaciones industriales o centros de datos responsables de las emisiones relacionadas con la IA.
“En las zonas más afectadas, la exposición por hogar puede ser hasta 200 veces mayor que en las regiones menos contaminadas”, informa NotebookCheck.
Aumento de los costos de atención médica
El estudio también revela que los costes de la atención sanitaria podrían alcanzar los 20.000 millones de dólares al año en 2030, en particular debido al tratamiento de enfermedades como el asma, los problemas cardiovasculares y el deterioro cognitivo.
Para su información, esto es el doble de los costos de emisiones de la producción de acero a base de carbón en los Estados Unidos. Entonces, si bien la IA haría avanzar las cosas en muchas áreas, destruiría vidas y le costaría mucho dinero al sistema de salud.
Por lo tanto, los investigadores piden el establecimiento de un sistema de informes estandarizado para monitorear las emisiones contaminantes de los sistemas de IA y los costos de salud asociados. Además, piden que las comunidades más afectadas reciban una compensación adecuada por el impacto de esta actividad en su salud.
“El desarrollo de una ‘IA consciente de la salud’, que tenga en cuenta tanto los impactos ecológicos como los de salud, se considera un paso crucial para reducir los daños a largo plazo”, explica NotebookCheck.
Ahora queda por ver qué medidas se tomarán entre proteger a las poblaciones afectadas por la explotación de la IA y desarrollar soluciones innovadoras para mejorar y optimizar el funcionamiento del mundo moderno en el que vivimos.
