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Se organizan dos encuentros en el 64, en la plaza Pau Clemenceau y en la sala Bayona, plaza de la ciudad. La oportunidad de visibilizar las preocupaciones y demandas de los jubilados sobre sus pensiones y su poder adquisitivo.
Sobre todo desde los recientes anuncios sobre la próxima revalorización, el 1 de enero de 2025, “de la mitad del aumento previsto en el Código de la Seguridad Social, es decir, el 0,9%. El gobierno pospone el resto del aumento hasta el 1 de julio de 2025 para ciertos jubilados (aquellos cuyas pensiones son inferiores al salario mínimo), sin ninguna garantía de que se produzca, ya que aumentan las presiones para congelar completamente las pensiones básicas el próximo año. » subrayan Jean-Jacques Le Masson (FSU), José Marco (FGRPT), Elisabeth Montméan (FO) y Bernard Thierry (CFE-CGC).
“El enojo es grande”, confirman al unísono en nombre del G9, que se opone a una medida tan “injusta” que, según ellos, acentuará aún más la pérdida de poder adquisitivo. “Recordemos que desde 2017 las pensiones solo han aumentado un 13,6% para una inflación del 19,5%. Los jubilados han perdido el equivalente a más de 3 meses de pensión y hasta 4,5 meses para los que sufrieron el aumento del CSG de 2018”, subrayan los sindicalistas.
El beneficio inesperado existe según los sindicatos
Hoy, sin embargo, insisten en el beneficio inesperado que existe para ahorrar sin hacerlo a costa de los jubilados. Les gustaría que el gobierno, por ejemplo, se centrara más en las personas más ricas o aumentara los impuestos sobre las ganancias de las grandes empresas.
“El problema del presupuesto de la Seguridad Social no proviene del gasto, sino de los recursos: desde hace varios años hay 80 mil millones de exenciones de las cotizaciones sociales para los empresarios. Los fondos de pensiones estarían equilibrados si los recursos fluyeran como deberían”, afirman los miembros del G9.
Al mismo tiempo, les preocupan las medidas que pondrían en duda el acceso a la asistencia sanitaria, “poniendo en duda el tratamiento de enfermedades de larga duración, aumentando las franquicias, aumentando las tarifas de los usuarios”. Lo que se suma también a los aumentos ya observados en el seguro médico complementario, en particular para los jubilados.
Los sindicatos también lamentan el aplazamiento indefinido de la ley de Vejez. Tantos comentarios que compartieron por correo con el Primer Ministro y los parlamentarios locales. El martes también esperan un intercambio en la prefectura, para exigir un aumento de las pensiones “en línea con la inflación” y negociaciones para compensar “las pérdidas sufridas”.