Más allá de una determinada cantidad de ingresos, los jubilados no podrán beneficiarse de esta reducción fiscal.
Muchos cambios esperan a los 40 millones de contribuyentes franceses en 2025. Una cifra clave por sí sola representa la evolución futura: el 2%. Este es el importe de la revalorización de varias medidas fiscales de las que se benefician cada año millones de hogares. Esta cifra no es baladí, está alineada con la tasa de inflación registrada por el INSEE durante el año 2024.
Por ejemplo, todos los tramos de la escala del impuesto sobre la renta se incrementarán un 2% en 2025. Así, los contribuyentes cuyos ingresos se mantuvieron estables o aumentaron ligeramente en 2024 verán disminuir sus impuestos en 2025. Por el contrario, las personas que se han beneficiado de un aumento de ingresos más del 2% en 2024 experimentarán un aumento de impuestos. Sin embargo, estos últimos se verán atenuados por el aumento de la escala.
El aumento del 2% también afectará las reducciones impositivas de las que se benefician millones de contribuyentes cada año. Este es especialmente el caso de la reducción a tanto alzado del 10% asignada automáticamente a todos los empleados. En concreto, esta reducción reduce en un 10% los ingresos declarados por los trabajadores. Para las rentas percibidas en 2024 y declaradas en 2025, la reducción será de entre 505 euros mínimo y 14.455 euros máximo, frente a 495 euros y 14.171 euros respectivamente para las rentas de 2023 (declaradas en 2024). Entre las medidas mejoradas se encuentra también la reducción específica para los jubilados.
Esta medida fiscal poco conocida afecta a las personas mayores de 65 años el 31 de diciembre del año fiscal. Es evidente que todas las personas que hayan cumplido al menos 65 años en 2025 probablemente se beneficiarán de esta ventaja fiscal. Según el INSEE, las personas mayores que superan este límite de edad representan casi el 20% de la población francesa.
Sin embargo, la obtención de esta reducción está condicionada al cumplimiento de determinados límites de recursos. Los jubilados cuyos ingresos netos globales no superen los 28.230 euros podrán beneficiarse de una reducción de 1.401 euros. Esta ventaja se duplica hasta los 2.802 euros si el ingreso neto global es inferior a 17.550 euros. Para parejas en las que ambos miembros sean mayores de 65 años, estas cantidades se multiplicarán por dos. Sin embargo, cabe señalar que el límite máximo de ingresos que debe respetarse se aplica al conjunto del hogar fiscal.
Para entenderlo claramente, pongamos algunos ejemplos concretos: una pareja de dos personas de 70 años con unos ingresos netos totales de 26.000 euros se beneficiarán de una reducción total de 2.802 euros (1.401 x2). En el caso más favorable, una pareja con unos ingresos netos globales de 17.000 euros podrá beneficiarse de una reducción total de 5.602 euros (2.802 x2).
Este mismo sistema de reducción se aplica también, en idénticas condiciones de recursos, a los titulares de una pensión militar por invalidez o de una pensión por accidente de trabajo. Estos últimos no necesariamente tienen que tener más de 65 años, pero su tasa de discapacidad debe alcanzar al menos el 40%.