Los perpetradores de este tipo de fraude utilizan una identificación falsa de la línea que llama para hacerse pasar por una institución confiable y así extraer información personal y/o financiera. El regulador federal observó que inicialmente el objetivo principal eran los números de teléfono de los bancos y que ahora el fenómeno se ha extendido a todos los números de teléfono belgas, tanto fijos como móviles.
“La gran mayoría de las llamadas con números de teléfono falsos están vinculadas a llamadas a números de teléfono belgas realizadas desde el extranjero”, indica el BIPT. Ante este fenómeno, un real decreto introduce el principio según el cual las llamadas realizadas desde el extranjero no deben incluir números belgas como identificación de la línea que llama, salvo en circunstancias excepcionales.
Están exentos los usuarios de números belgas en itinerancia en el extranjero y de varios servicios, como los centros de llamadas con números de teléfono geográficos belgas. “Las empresas que operen con centros de llamadas basados en servicios en la nube deberán registrar sus números de teléfono belgas con su operador”, añade el BIPT.
El regulador belga controlará estas normas y podrá bloquear números de teléfono en caso de fraude, o incluso suspender el derecho de un operador a invocar una excepción.
La medida deberá ser implementada por los operadores dentro de los tres meses siguientes a la publicación del real decreto. El plazo es de seis meses para los números de móvil.
