El lunes, el Ministerio de Transportes anunció que cinco fabricantes de automóviles (Toyota, Mazda, Yamaha, Honda y Suzuki) habían falsificado los datos de rendimiento de sus vehículos y equipamientos para obtener rápidamente una validación.
Estas falsificaciones se referían en particular a las pruebas de choque. Toyota y Mazda, por ejemplo, utilizaron un temporizador para garantizar que los airbags se inflaran automáticamente.
También se realizaron otras pruebas en condiciones que no cumplían con los estándares gubernamentales.
El ministerio realizará inspecciones in situ a los cinco fabricantes y ha ordenado la suspensión de las entregas de seis modelos afectados: tres de Toyota, dos de Mazda y uno de Yamaha. También se encontraron irregularidades en 22 modelos Honda y un modelo Suzuki que se habían producido en el pasado.
El presidente de Toyota, Toyoda Akio, y el director ejecutivo de Honda, Mibe Toshihiro, se disculparon en una conferencia de prensa el lunes.
Toyoda Akio
Mibe Toshihiro
Toyota, el mayor fabricante del mundo, ya está envuelto en otros casos de fraude que involucran a su filial Daihatsu, un fabricante de automóviles pequeños, y a Hino, un fabricante de camiones en el que Toyota es el accionista mayoritario.
Daihatsu había sido señalado por pruebas de seguridad amañadas, que incluso podrían remontarse a 1989, y el año pasado hubo que retirar del mercado un millón de vehículos en Estados Unidos.
En 2022, Hino admitió haber falsificado datos de pruebas relacionados, en particular, con las emisiones contaminantes. Otros casos fueron revelados tras inspecciones realizadas por el Ministerio de Transporte en agosto del mismo año.
[Copyright The Jiji Press, Ltd.]
