Las pruebas de Mathieu: Ikea quiere hacer tu hogar más “inteligente” con algunos nuevos sensores

Las pruebas de Mathieu: Ikea quiere hacer tu hogar más “inteligente” con algunos nuevos sensores
Las pruebas de Mathieu: Ikea quiere hacer tu hogar más “inteligente” con algunos nuevos sensores
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El gigante sueco del mueble se ha afianzado (tímidamente) en el hogar conectado desde hace varios años. Después de mesitas que integran un cargador inalámbrico, diferentes tipos de control de la luz (enchufes, bombillas, mandos a distancia) y de la música (en particular en colaboración con Sonos), Ikea se lanza a la “protección” del hogar, con su gama Smart Safety.

Ikea sigue avanzando a tientas en el delicado mercado de la vivienda conectada, cuyos límites son conocidos por el gran público. Y en esta ocasión, la marca sueca apuesta por la seguridad del hogar con su nueva gama Seguridad inteligente. Agua que fluye, apertura de una puerta o ventana, movimientos: estos sensores pueden integrarse en tu hogar conectado Ikea (o en sistemas compatibles que utilicen los mismos estándares, generalmente es bastante abierto) y desencadenar diferentes acciones según los escenarios.

Básico y económico

Ikea no pretende competir con los gigantes tecnológicos: la empresa ofrece dispositivos domésticos inteligentes básicos, pero, por tanto, asequibles y fáciles de configurar. La forma más sencilla es ejecutar todo a través de la aplicación Ikea Smart Home, y así tener en casa el hub Dirigera (60 €, integrable en Google Home, Apple HomeKit y Amazon Alexa), para crear escenarios a medida (notificaciones , activación de otros tipos de dispositivos, etc.). Pero Ikea ha ofrecido opciones más sencillas: una conexión directa entre un sensor (movimientos en el pasillo) y lámparas (bombillas de Ikea conectadas en el pasillo).

  • Parasoll, el sensor de puerta/ventanacuesta 9,99€. Pequeño, discreto y fácil de instalar, simplemente te avisa cuando una puerta o ventana está abierta. Puede enviar notificaciones a través de la aplicación Ikea Home Smart (en su teléfono inteligente). Pero si no tienes un concentrador y, por tanto, este sensor no está conectado “a Internet”, puedes conectarlo directamente a una bombilla inteligente de Ikea (que se encenderá, por ejemplo, al abrirla).

  • Vallhorn es un sensor de movimiento inalámbrico, vendido a 7,99€. Una cantidad muy pequeña en comparación con lo que piden otros actores del mercado (en particular, Philips Hue). En definitiva, permite iluminar con manos libres zonas oscuras o de riesgo, como entradas o escaleras. Puede controlar hasta 10 bombillas inteligentes IKEA, permitiéndote elegir el color y la intensidad de la luz. Y de nuevo, si lo conectas al hub las opciones de interconexión entre todos los dispositivos conectados se multiplican.

  • Badring, el tercero, es el sensor de fuga de agua. Por 9,99 €, colocado en el suelo junto a una lavadora, te avisa si detecta agua, lo que reduce potencialmente el riesgo de sufrir daños importantes si estás en casa cuando se produce la fuga. Puede enviar una notificación móvil o activar una alarma incorporada si no lo ha conectado al concentrador. Así que es muy bueno que Ikea haya proporcionado opciones “sin conexión”, para aquellos que no quieren configurar un casa inteligente

Conclusión

Si Ikea no revoluciona nada en 2024 con sensores básicos que permitan escenarios básicos, debemos dejar a la empresa nórdica este deseo de ofrecer soluciones asequibles al gran público. A 8 euros por sensor, un poco más por las bombillas, el centro de conexión o los altavoces, Ikea destaca en un mercado que lucha por encontrar su público, jugando la carta del precio, como suele hacer. Si te tienta la aventura del hogar conectado, este es sin duda un buen punto de entrada, sin gastar mucho dinero.

Mathieu prueba el hogar conectado IKEA smarthome

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