Durante su primera audiencia en la Asamblea Nacional como Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea y Espacial [CEMAAE]el general Jérôme Bellanger habló sobre los desafíos de la muy alta altitud [THA]. “Es un área en la que debemos invertir absolutamente, porque es dual y permite sistemas resilientes en términos de comunicaciones y en términos de vigilancia” y también “porque la naturaleza aborrece el vacío, si no vamos, otros lo harán”. ve en nuestro lugar”. E insistir: “es imposible tener globos chinos colocados sobre nuestras cabezas en París y observándonos”.
Cabe recordar que es probable que la HAT se convierta en una nueva zona de conflicto, debido a la falta de un marco jurídico suficientemente preciso para regularla. De hecho, hasta la fecha no hay consenso sobre la definición del límite inferior del espacio ultraterrestre y el límite superior del espacio aéreo. De ahí una vaguedad que algunos países intentan explotar, como lo demuestra el asunto del globo espía chino derribado frente a la costa de Carolina del Sur por un F-22A Raptor de la Fuerza Aérea estadounidense en febrero de 2023.
El año pasado, la Fuerza Aérea y Espacial [AAE] ha desarrollado una estrategia dedicada a este HAT. Estrategia cuya implementación fue confiada recientemente al general Alexis Rougier en el seno de la EMAAE. Dicho esto, el general Bellanger explicó a los diputados que sería necesario equiparnos con “medios de neutralización”. [et donc d’intervention] en esta Altísima Altitud, que describió como el “Lejano Oeste”. Y que esto implicaba la “exploración” de determinadas capacidades, en conjunto con determinados fabricantes.
Si en el caso del THA se citan habitualmente el pseudosatélite Zephyr de Airbus y el Stratobus de Thales Alenia Space, otras soluciones están a punto de convertirse en realidad.
Así, la empresa tolosana Zephalto, fundada en 2016, realizó recientemente con éxito el vuelo de prueba de una cápsula presurizada que, con dos personas a bordo, se elevó a una altitud de 6.000 metros utilizando un globo. El objetivo es poder llevar pasajeros a la estratosfera con fines comerciales. [il s’agit de développer une nouvelle sorte de « tourisme spatial »]. Pero no sólo porque se trata también de realizar vuelos para experimentos científicos y tecnológicos.
Tras haber invertido también en este nicho, la empresa Hemeria acaba de realizar con éxito el primer vuelo de prueba de su globo de maniobras estratosférico BalMan, diseñado bajo la dirección de proyecto del Centro Nacional de Estudios Espaciales. [CNES].
“En la noche del 30 de octubre, el globo que maniobraba BalMan […] realizó con éxito su primera prueba de vuelo, desde el Centro Espacial de Guayana, validando así la confiabilidad de la envoltura del globo estratosférico y de los sistemas de seguridad de vuelo en condiciones de gran altitud”, indicó el CNES, mediante nota de prensa difundida este 6 de noviembre.
Este proyecto de globo de maniobras estratosféricos también cuenta con el apoyo de la Dirección General de Armamento [DGA]. También está financiado por France Relance.
El objetivo de este proyecto, explica el CNES, es tener la “capacidad de permanecer por encima de una zona geográfica de interés, a varias decenas de kilómetros de altitud, mucho más tiempo que [ne] un globo a la deriva, un avión o incluso un dron pueden hacerlo”. Para ello, los operadores de globos “utilizan corrientes de viento a diferentes altitudes para [le] moverse horizontalmente”. Esto abre el campo a numerosas aplicaciones, tanto militares como civiles.
Según Hemeria, este globo estratosférico maniobrable “facilitará el acceso al espacio a menor coste”, “sobrevolará una zona de interés durante más tiempo” y “reducirá las limitaciones logísticas”.
Recordemos que la estratosfera se encuentra entre diez y cincuenta kilómetros de altitud, es decir, entre la troposfera y la mesosfera.
Se espera que el próximo año se realice un segundo vuelo de este BalMan. Esta vez se tratará de probar su capacidad para transportar una carga útil de 50 kg. Las actividades en torno a este aerostato “continuarán ofreciendo rápidamente esta tecnología a las comunidades científicas, de defensa o a los operadores comerciales”, afirmó Caroline Laurent, directora de Sistemas y Aplicaciones Orbitales del CNES.
Foto : Hemeria