Kamala Harris se comprometió el miércoles a “ayudar” a Donald Trump tras el regreso del republicano a la Casa Blanca. La clara victoria del republicano causó conmoción en Estados Unidos y en todo el mundo.
“Debemos aceptar los resultados de estas elecciones”, lanzó combativamente el vicepresidente demócrata, que fue derrotado rotundamente en la tribuna.
El rotundo regreso del multimillonario republicano es tanto más extraordinario cuanto que su tercera campaña estuvo marcada por dos intentos de asesinato, cuatro acusaciones y una condena penal.
El país esperaba una larga espera ya que las encuestas mostraban que los dos candidatos estaban muy igualados. Al final, el caso se cerró a las pocas horas.
El expresidente derribó uno por uno los estados más disputados, enterrando las esperanzas de los demócratas.
“Unidad”
En su discurso de victoria del miércoles, Donald Trump, que prestará juramento el 20 de enero, lanzó un llamamiento a la “unidad” después de haber atormentado a su rival con insultos durante la campaña.
El republicano no ha vuelto a hablar públicamente desde entonces, pero según su equipo, reiteró la necesidad de “unificar el país” durante un intercambio telefónico con Kamala Harris.
Según el ejecutivo estadounidense, Donald Trump también recibió felicitaciones de Joe Biden, quien invitó al multimillonario a la Casa Blanca.
El líder demócrata de 81 años se dirigirá a la nación el jueves para discutir los resultados de las elecciones.
¿Cómo podemos reconciliar estas dos Américas que todo separa?
Si el regreso del republicano a la Casa Blanca sumerge a millones de estadounidenses, especialmente en las zonas rurales, en la euforia, muchos otros quedan atónitos y angustiados por su retórica cada vez más dura.
Donald Trump, el segundo presidente estadounidense que gana dos mandatos no consecutivos en más de un siglo, abandonó la Casa Blanca en 2021 sin reconocer su derrota. Luego, sus partidarios atacaron el Capitolio, provocando un caos inimaginable.
Pero el tribuno republicano logró, como en 2016, convencer a los estadounidenses de que él entendía mejor que nadie sus dificultades cotidianas.
Mejor, en cualquier caso, que Kamala Harris, que tuvo que liderar una campaña relámpago tras la espectacular retirada de Joe Biden en julio.
Llamadas de Macron y Netanyahu
El presidente electo recibió una lluvia de felicitaciones por parte de líderes extranjeros, que ni siquiera esperaron a que se oficializara su victoria para felicitarlo. Un afán que delata la emoción de muchas capitales, donde sigue vivo el recuerdo de las repetidas crisis de su primer mandato.
El miércoles, Donald Trump habló con Emmanuel Macron, durante una llamada telefónica en la que expresaron – según la presidencia francesa – su “deseo de trabajar por el retorno de la paz” ante las “grandes crisis internacionales en curso”, así como ‘con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con quien discutió la “amenaza iraní”.
La elección de Donald Trump ya está provocando un torbellino en los mercados mundiales, entre récords del bitcoin, alza del dólar, montaña rusa en los índices bursátiles europeos y cierres a bombo y platillo en Wall Street.
¿Cómo será Trump 2.0?
En cuanto a la economía, Donald Trump prometió “robar empleos a otros países” mediante recortes de impuestos y aranceles aduaneros.
Muy crítico con los miles de millones de dólares liberados para Ucrania, se comprometió a resolver este conflicto incluso antes de prestar juramento, una perspectiva que hace sudar frío a Kiev.
La guerra en Oriente Medio también se resolverá rápidamente, asegura el magnate inmobiliario, que tampoco explicó cómo.
Un notorio escéptico climático, el republicano dijo que una vez más cerraría la puerta al Acuerdo de París.
También propuso la “mayor operación” jamás realizada para deportar inmigrantes, desde el primer día.
Donald Trump sigue siendo mucho más vago en lo que respecta al derecho al aborto, considerablemente debilitado por los jueces del Tribunal Supremo que se enorgullece de haber nombrado.
El nuevo presidente podrá confiar en el Senado, que los republicanos arrebataron a los demócratas. Su partido también está en buena posición para conservar el control de la Cámara de Representantes, lo que daría a Donald Trump plenos poderes en Washington.
El carácter impredecible del septuagenario, que se convertirá en el presidente estadounidense de mayor edad en prestar juramento, alimenta todas las especulaciones
Los demócratas están preocupados por sus crecientes amenazas contra un “enemigo interno” y su sed de venganza.
Este artículo fue publicado automáticamente. Fuentes: ats/afp