La negativa del presidente del consejo de administración de Stellantis, John Elkann, a venir a hablar ante una comisión de la Cámara de Diputados italiana ha provocado indignación en el país.
La negativa de John Elkann, presidente del consejo de administración de Stellantis, a responder a una citación de la Cámara de Diputados italiana, provocó indignación en Italia.
Este gesto fue percibido como una afrenta por parte de varios líderes políticostanto de derecha como de izquierda, en un momento en el que el gobierno de Giorgia Meloni acusa a Stellantis de falta de inversión en el país.
Una reacción indignada del espectro político italiano
La ausencia de John Elkann ante el Comité de Actividades Productivas de la Cámara de Representantes fue inmediatamente criticada. Matteo Salvini, viceprimer ministro y jefe de la Liga, denunció esta ausencia el “vergonzoso insulto a las instituciones”mientras que Elly Schlein, líder del Partido Demócrata, consideró que era “justificado para denunciar el comportamiento” del presidente del fabricante.
En un contexto en el que las relaciones entre Stellantis y el gobierno italiano ya son tensas, esta decisión de John Elkann se considera una una nueva escalada. Las autoridades italianas acusan a Stellantis de descuidar a Italia en términos de inversiones y de deslocalizar la producción a países con costes laborales más ventajosos, debilitando así la industria automovilística italiana.
El fundamento de John Elkann y la respuesta de Stellantis
En una respuesta enviada a la comisión, John Elkann justificó su ausencia por la reciente intervención de Carlos Tavares, director general de Stellantis, ante la misma comisión el 11 de octubre. Según él, la audiencia de Carlos Tavares permitió abordar en detalle los desafíos que enfrenta la empresa en Italia. En particular, el alto precio de la energía, que aumenta los costes de producción.. John Elkann estimó así que “n’y a[vait] no hubo novedades” exigiendo su presencia, diciendo que las conversaciones continuaban con las autoridades dentro de un grupo de trabajo específico.
Carlos Tavares, durante su discurso, llamó a los electos italianos Apoyar la producción de automóviles a través de subsidios e incentivos para que los vehículos Stellantis sean accesibles.citando la importancia del apoyo público frente a los altos costos de producción.
Un debate sobre el futuro de la producción de automóviles en Italia
El gobierno de Giorgia Meloni fija objetivos ambiciosos para Stellantis y exige que el grupo los alcance la producción de un millón de vehículos al año en Italia hasta 2030frente a los 751.000 producidos en 2023 y, sin duda, incluso muchos menos en 2024 con el cierre parcial de determinadas líneas de producción, incluida la del Fiat 500 eléctrico. Sin embargo, Stellantis modera estas expectativas, recordando que la producción depende en gran medida de la demanda del mercado.
Los desafíos que enfrenta Stellantis en Italia también están relacionados con los recortes presupuestarios planeados por el gobierno italiano. De hecho, Roma prevé reducir las subvenciones para la transición ecológica del sector del automóvil en 4.600 millones de euros entre 2025 y 2030. Una medida de este tipo podría debilitar la capacidad de Stellantis para mantener altos niveles de producción y comprometer la consecución de los objetivos fijados por el gobierno italiano.
Caída de cifras y futuro incierto para el sector
Desde la creación de Stellantis en 2021, tras la fusión entre Peugeot-Citroën y Fiat Chrysler, el grupo ha reducido su plantilla en Italia en más de 10.000 puestosreduciendo el número de empleados a unos 40.000 Los sindicatos italianos temen que esta reducción de plantilla continúe, mientras que las previsiones estiman para 2024. producción de menos de 500.000 vehículosmuy por debajo de los objetivos marcados por Roma.
Esta situación preocupa no sólo a los sindicatos, sino también a los funcionarios electos italianos, que consideran la preservación de los puestos de trabajo y la producción de automóviles una prioridad para el país.
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