Frente al famoso Fort Boyard, se alza orgulloso el Fort des Saumonards en Saint-Georges d'Oléron, en Charente-Maritime (17). Su impresionante estructura de 2.400 metros cuadrados se esconde tras un denso bosque, invisible desde el océano. La primera torre del fuerte se construyó bajo Napoleón I para proteger la costa de los ingleses. Luego, en 1871, 500 federados fueron encarcelados dentro de los muros del fuerte después de la insurrección de la Comuna de París. Algunos grabaron allí sus nombres y la fecha de su detención. Los alemanes también ocuparon el fuerte durante la Segunda Guerra Mundial.
El Ministerio de Defensa organizó allí campamentos de verano para los hijos de los soldados antes de abandonarlo gradualmente. El Fuerte cerró sus puertas en 2012, pero no cayó en el olvido total, ya que el Estado lo puso a la venta en junio de 2018, estimando su precio en casi 850.000 euros, con la única condición de que siguiera albergando campamentos de verano. Así se hizo: Xavier Niel, el fundador de Free, ganó la licitación del Estado y compró el Fuerte que se extiende sobre una parcela de 25.000 metros cuadrados (por un importe no revelado pero que termina con 42 céntimos en un guiño a su escuela). ¿Objetivo? Convertirlo en un centro de vacaciones para los estudiantes de la escuela 42. El Fuerte puede acoger hasta 225 personas.
«La idea no era renovar el Fuerte sino conservar todas las huellas de las diferentes épocas que ha conocido, haciéndolo compatible con un campamento de vacaciones.“, explica Adrien Raoul, fundador de AR Studio d'Architectures, que ha rehabilitado el Fuerte. Los arquitectos no han construido nuevos edificios, sino que han reutilizado los existentes para valorizarlos.Retiramos los tejados de amianto de la antigua enfermería del Fuerte y los sustituimos por tejados inclinados de chapa de acero más ligeros. La estructura era inexistente, tuvimos que recrear estructuras de madera. En lugar de la estructura, había arena que recuperamos para la duna.“, explican Adrien Raoul y Mélodie Bruillon, responsables del proyecto.Nada se pierde, nada se crea, todo se transforma.“, como decía el químico Antoine Lavoisier. La antigua enfermería ha dado paso a una casa común, donde los estudiantes pueden reunirse y proyectar una película, por ejemplo.
Una escuela 42 versión 2.0 en plena naturaleza
Ahora, es el turno de Forty2 (un juego de palabras entre Fort y la escuela 42), desde julio de 2023. Una especie de campus reubicado donde los estudiantes pueden combinar trabajo y descanso o pasar días de vacaciones, pagando una tarifa.muy accesible“, según los equipos de Forty2, desde mayo hasta finales de octubre. La duración mínima de la estancia es de 4 días y la máxima de 15. Los estudiantes podrán disfrutar de un arenero gigante para jugar al vóley-playa, una sala de ordenadores bajo bóvedas de piedra para seguir programando si lo desean.
También disponen de puestos de trabajo escalonados para poder verse y hablar entre ellos para realizar proyectos en grupo, una sala de lectura, una sala de juegos (billar, videojuegos, etc.), un huerto y una red tendida para tumbarse en plena naturaleza, encima de las dunas de arena. También se ponen a su disposición bicicletas. Por último, siete dormitorios compuestos por 210 literas que parecen cabañas, “para encontrar privacidad en un espacio compartido“Se han instalado, en palabras de Adrien Raoul, los mismos dormitorios que se encuentran en el NOC 42 de París.
