La muerte del gran actor Julien Poulin causó gran conmoción el domingo entre la población quebequense.
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Todo el mundo se ha sentido conmovido por al menos uno de los muchos papeles que ha interpretado en la pequeña y gran pantalla, pero también en el escenario desde los años 60.
Pero es sin duda el papel de Robert “Bob” Gratton, alias Elvis Gratton, el que causó mayor impresión en Quebec.
Junto a su cuñado Méo (Yves Trudel), este racista, sexista y grosero suburbano hace una serie de declaraciones impactantes y situaciones descabelladas.
Las tres películas y la serie de televisión protagonizada por el célebre personaje han aportado a Quebec algunas citas y sketches memorables.
Éstos son algunos de ellos:
“Un quebequense francocanadiense”
A bordo de un avión con su esposa Linda, un francés le pregunta a Bob Gratton si es canadiense. Su respuesta se ha convertido en un clásico del cine quebequense.
“¡Moé, soy un canadiense de Quebec! Un francés, un canadiense francés. Un norteamericano francés. Un hablante de francés, eh, canadiense quebequense. ¡Eh, un quebequense de habla francesa canadiense! Somos canadienses… americanos, francófonos de Norteamérica. Des Franco-Québécois…”, es uno de esos clásicos que se citan con frecuencia.
“El resto lo tiene”
Si muchos quebequenses hablan de “estadounidenses” en lugar de estadounidenses, es por Elvis Gratton y su forma de hablar de nuestros vecinos del Sur que él adoraba.
“Porque los americanos lo tienen”, es una cita frecuentemente utilizada por los fans de las películas de Pierre Falardeau.
“No quiero perder mis Montañas Rocosas”
En una sesión de fotos, Elvis Gratton conversa con su fotógrafo donde aborda el tema de los “separatistas” y donde el fotógrafo le pide dos veces que pose “un poco más a la derecha”, el famoso personaje llega allí con una oda a Canadá y su Montañas Rocosas.
“Canadá es el país más hermoso del mundo. Es el más rico, el más libre. Bueno, si no están contentos, que se vayan a vivir a Cuba. De todos modos, yo no quiero perder mis Montañas Rocosas. Y siempre habrá gente pobre”, afirma.
“Un tanque parlante”
En la segunda película, “Elvis Gratton: Miracle in Memphis”, Bob Gratton adquiere una limusina… que habla.
Este accesorio permite varias de las escenas más locas, incluida aquella en la que persiste después de arrancar una puerta mientras retrocede.
“Una puerta no está bien cerrada”, le dijo la voz femenina desde el coche.
“Está bastante cerrado, pestaña *****, está arrancado”, respondió Elvis Gratton.
Esta divertida escena continúa con insultos lanzados desde el auto y termina con Elvis Gratton saltando sobre el capó de la limusina haciendo que el auto gire.
“Tengo un garaje, un garaje grande”
En la primera película, Elvis Gratton habla con un autoestopista al que ha contratado.
Cuando ella le pregunta a qué se dedica, él responde con mucho orgullo: “Tengo un garaje, un garaje grande”.