La capa de nieve se ve afectada globalmente por el aumento de las temperaturas. Así, la presencia de nieve en las montañas francesas es cada vez más escasa este invierno, lo que provoca varios cambios en nuestro ecosistema.
La nieve es un componente importante de nuestras montañas, al menos por ahora. En los Alpes, la nieve cubre el suelo durante al menos seis meses y medio al año por encima de los 2.000 metros de altitud, recuerda Actu Planète. Pero esta capa de nieve, que resulta de la acumulación de nieve en el suelo durante el invierno, se ve afectada por el calentamiento global. En respuesta al aumento de las temperaturas globales, la capa de nieve es cada vez más escasa en todo el mundo. En total, desde 1970, la duración de la capa de nieve en los Alpes europeos se ha reducido aproximadamente un mes por debajo de los 2.000 metros sobre el nivel del mar.
La duración de la capa de nieve se acortó al final de la primavera: la fecha de desaparición de la nieve avanzó una media de 15 días entre las dos medias de 30 años. Esto se debe al aumento de temperatura en primavera, lo que provoca un mayor deshielo. Es la segunda causa principal de pérdida de nieve debido al cambio climático.
Una presencia regulatoria para el clima
La nieve es un elemento clave para la Tierra. Tiene propiedades que hacen imprescindible su presencia en el suelo en la naturaleza ya que – gracias a su color blanco – limita la absorción de energía solar y el aumento de temperaturas en las partes cubiertas. La nieve también es una reserva de agua para las regiones montañosas y las llanuras circundantes, ya que ralentiza el flujo de los ríos en invierno o proporciona un alto caudal cuando se derrite en primavera. El agua de deshielo es necesaria para los ecosistemas montañosos, para la agricultura y la producción hidroeléctrica, pero también para la disponibilidad de agua potable en determinadas regiones del mundo.
Por último, la nieve suele tener un alto contenido de aire y actúa como aislante. Esto le permite proteger el suelo de las variaciones de temperatura del aire, ya sea del frío durante los meses de invierno o del calor en primavera. El hecho de que el suelo esté protegido, por ejemplo, del frío, es importante para las plantas, que así estarán protegidas de las heladas severas. Hoy en día no se puede descartar la posibilidad de un invierno con nieve, pero el calentamiento global reduce en gran medida la probabilidad de que tal evento ocurra.
publicado el 12 de enero a las 17:35, Teddy Perez, 6Medias
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