Marruecos está en proceso de adoptar un marco legislativo para proteger su patrimonio material e inmaterial. Con este fin, el proyecto de ley nº 33.22 introduce medidas innovadoras para afrontar múltiples desafíos, de conformidad con los compromisos internacionales y las necesidades de preservar el patrimonio del Reino.
En un contexto marcado por importantes desafíos, en particular los intentos de apropiarse de determinados elementos del patrimonio marroquí, el Ministerio de Cultura ha decidido reforzar el arsenal legislativo pertinente. El proyecto de ley 33.22 pretende así proteger las múltiples facetas del patrimonio marroquí, promoviendo al mismo tiempo su papel en el desarrollo económico y cultural del Reino.
Esta reforma también es parte de una dinámica de modernización de las herramientas jurídicas para armonizar la legislación nacional con los convenios internacionales. Responde a varios desafíos importantes, incluida la digitalización del patrimonio, la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y la promoción de la identidad marroquí en el período previo a grandes eventos, como la Copa del Mundo de 2030.
Las principales novedades que aporta el proyecto de ley
El proyecto de ley 33.22 introduce una definición ampliada de patrimonio marroquí, que ahora abarca varias dimensiones. En primer lugar, se destaca especialmente el patrimonio inmaterial, incluidas las tradiciones, los conocimientos técnicos, las prácticas culturales y los símbolos de identidad como el caftán o el zellige, para contrarrestar los intentos de apropiación extranjera. Luego, en esta nueva visión también se tiene en cuenta el patrimonio natural, incluidos los sitios naturales, los paisajes y las formaciones geológicas. Por último, el patrimonio subacuático, formado por restos sumergidos en aguas marroquíes, como pecios o estructuras submarinas históricas, goza de un reconocimiento específico.
Además, la protección del patrimonio inmaterial también es una prioridad central. El proyecto de ley proporciona mecanismos para promover estos elementos culturales y evitar su apropiación por parte de otros países. Estas medidas forman parte de los compromisos de Marruecos, en particular de conformidad con la Convención de 2003 para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial.
Y para poner de relieve la riqueza geológica del Reino, el texto propone disposiciones destinadas a preservar el patrimonio natural y geológico. Esto incluye la protección de fósiles, formaciones geológicas, meteoritos y otros elementos científicos o históricos, esenciales para la identidad natural del país.
También se pone de relieve el patrimonio subacuático marroquí, a menudo poco conocido. Gracias a sus vastas costas mediterráneas y atlánticas, Marruecos posee un patrimonio submarino excepcional, formado por pecios, estructuras y objetos sumergidos. Este proyecto de ley marca el reconocimiento oficial de este patrimonio único y su integración en el marco legislativo.
Los complejos históricos y artísticos, como las ciudades antiguas, las kasbahs y los ksours, se benefician ahora de una supervisión jurídica reforzada. Además, el texto introduce normas para combatir la exportación ilegal de obras de arte marroquíes, al tiempo que facilita los procedimientos legales para su venta o exportación.
Otra gran innovación reside también en el reconocimiento de los “tesoros humanos vivos”. Estas personas, poseedoras de conocimientos y prácticas culturales únicas, se consideran vectores esenciales para la transmisión del patrimonio inmaterial a las generaciones futuras.
Y para reforzar la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, el proyecto de ley prevé medidas estrictas, en particular el refuerzo de los controles aduaneros y el establecimiento de un marco claro para las exportaciones autorizadas.
Al mismo tiempo, se destaca la digitalización del patrimonio para garantizar su preservación y hacerlo accesible a un público más amplio. Esta iniciativa se enmarca en el deseo de combinar tradición y modernidad, al tiempo que responde a las necesidades de la transformación digital.
Finalmente, la ley regula la protección de las obras de arte, regulando estrictamente su exportación. Las creaciones inspiradas en la artesanía marroquí y realizadas por artistas locales están especialmente protegidas para evitar su transferencia ilegal al extranjero.
