Invitada el martes a La Matinale, Virginie Galland, directora general de Naef Immobilier, explica que la escasez de viviendas ha empeorado y se ha extendido por toda la Suiza francófona. La demanda supera ahora con creces la oferta, lo que provoca un aumento regular de los alquileres.
Suiza es una tierra de inquilinos, una excepción en Europa. Esta situación se debe a varios factores, en particular al alto coste y al atractivo del país, que atrae a mucha gente, incluidos los ricos.
“Muchas personas vienen a establecerse en Suiza, sobre todo para acceder a propiedades. Son principalmente los privilegiados los que tienen acceso a la compra, lo que explica por qué Suiza sigue siendo principalmente un país de inquilinos”, analiza Virginie Galland.
En Suiza, los cambios demográficos, el envejecimiento de la población y la desintegración de las familias aumentan la necesidad de vivienda.
La escasez se extiende por toda la Suiza francófona
La escasez de viviendas se ve agravada actualmente por el fuerte crecimiento demográfico, el envejecimiento de la población y la desintegración de las familias.
Virginie Galland subraya que la tasa de viviendas desocupadas en la Suiza francesa es del 1,08%, un descenso desde hace cinco años. Si antes las grandes ciudades como Ginebra y Lausana estaban bajo presión, hoy toda la Suiza francesa se ve afectada.
El director general de Naef Immobilier pone el ejemplo de Friburgo, que recientemente no se encontraba en una situación de escasez, pero que ahora se enfrenta a esta realidad.
Además, todos los segmentos del mercado se ven afectados. “Los apartamentos más buscados son los llamados apartamentos familiares, es decir, con dos dormitorios y una sala de estar. (…) Pero también tenemos escasez de alojamientos pequeños, en particular estudios, que suelen ser muy solicitados por los estudiantes”, afirma.
Los retrasos administrativos son un obstáculo al crecimiento
Según el experto, el ritmo de construcción no puede seguir el ritmo de la creciente demanda. Esta situación es particularmente problemática en las ciudades, donde los retrasos en la obtención de permisos de construcción y los procedimientos relacionados con las oposiciones pueden retrasar los proyectos entre diez y quince años.
Vemos que la administración, especialmente en zonas urbanas como en Ginebra, ocupa barrios enteros. En estas zonas tenemos dificultades para encontrar compradores.
Debido a la lentitud administrativa, algunos proyectos no siempre se ajustan a las necesidades actuales. Por ejemplo, en el marco de los planes vecinales es frecuente que sea necesario construir tanto edificios de viviendas como administrativos. Sin embargo, sobre todo en Ginebra, donde se les dedican distritos enteros, las necesidades han cambiado y es difícil encontrar compradores para estas superficies de oficinas.
Por ello, Virginie Galland recomienda abandonar la construcción de viviendas de tipo estándar en favor de viviendas híbridas. Estas viviendas responderían mejor a las necesidades actuales, en particular las de las personas mayores, que a menudo ocupan viviendas demasiado grandes e inadecuadas.
Transición energética y aumento de los alquileres
El alquiler medio en Suiza aumentó de 820 francos en 1990 a 1.412 francos en 2022. Este aumento se debe principalmente a la escasez de viviendas. El principio de oferta y demanda juega un papel crucial. Según Virginie Galland, la ley de arrendamiento, en vigor desde 1990, también contribuye a este aumento de los alquileres.
La transición energética de los edificios, aunque necesaria, también corre el riesgo de aumentar los alquileres. Este trabajo tendrá repercusiones, pero Virginie Galland subraya que es de esperar que haya diferencias según los cantones, porque la legislación y las subvenciones son diferentes.
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Comentarios recogidos por Pietro Bugnon
Web de adaptación: Miroslav Mares