Solicitado por TiempoPhilippe Cordonier, director de la filial francófona de Swissmem, subraya que “es la acumulación de retos que superar lo que actualmente dificulta enormemente las operaciones comerciales del sector industrial. En los últimos diez años, las empresas han aprendido a adaptarse a la fortaleza del franco, en particular aumentando su eficiencia y centrándose en la innovación.
Debilidad de Alemania
De hecho, los obstáculos para las empresas exportadoras se han intensificado, según la encuesta realizada en noviembre entre 413 participantes: dos tercios de las empresas encuestadas afirman que venden menos bienes y servicios en el extranjero. En mayo, casi el 50% mencionó este problema. El sector industrial se encuentra entre las ramas más afectadas por esta tendencia. Y es la debilidad de Alemania y su sector automovilístico lo que resulta especialmente preocupante.
Estos elementos también reflejan las cifras publicadas por la Secretaría de Estado de Economía (Seco) la semana pasada. Entre julio y finales de septiembre, el producto interior bruto (PIB) de Suiza, ajustado para excluir el impacto de eventos deportivos como los Juegos Olímpicos, aumentó sólo un 0,2%, frente al 0,4% del trimestre anterior.
A pesar de esta desaceleración, se espera que Suiza registre un crecimiento del PIB del 1,1% este año, según las previsiones de Economiesuisse. La organización coordinadora se muestra así menos optimista que el KOF (centro de investigaciones económicas de la ETH Zurich) y la Seco, que, por su parte, prevén un avance del 1,5% y del 1,6% respectivamente. Sin embargo, la economía suiza debería recuperarse con más fuerza que la de la zona del euro, donde se espera un aumento del 0,8%.
Ligero aumento del desempleo
Por lo tanto, en 2025, los desafíos en el exterior tenderán a intensificarse. En general, Economiesuisse espera que las exportaciones de bienes y servicios aumenten sólo ligeramente el próximo año. “La débil demanda debería pesar especialmente sobre las industrias de maquinaria y relojería, sectores muy dependientes de Alemania y China”, indican los especialistas. En estos dos países, las previsiones económicas son realmente débiles.
La solidez del mercado interno así como la gran diversificación, tanto en términos de productos como de mercados de venta, ayudarán a las empresas a superar las dificultades. Sin embargo, un posible aumento de los aranceles aduaneros en Estados Unidos podría alterar estas previsiones.
El año que viene, se espera que la tasa de desempleo aumente ligeramente hasta el 2,6%, a medida que disminuya la escasez de mano de obra. En 2024, este indicador se prevé en el 2,4%.