Zach Ménard, la bella esperanza granbyiana

Zach Ménard, la bella esperanza granbyiana
Zach Ménard, la bella esperanza granbyiana
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Ménard, de 18 años, viene de dos temporadas con la Academia de Béisbol de Canadá y está en su primera temporada en la Liga Junior Elite de Quebec. Antes del partido del martes por la noche en el Stade Napoléon-Fontaine contra los LaSalle Cardinals, el jardinero central bateaba para un promedio de .289, con dos carreras impulsadas y cuatro bases robadas.

Se sigue de cerca la evolución de Zach Ménard. (Stéphane Champagne/La Voix de l’Est)

El pan de cada día de Menard es su juego defensivo, comenzando por la potencia de su brazo y su velocidad en la base. Cualidades que atrajeron a la gente del Northeastern Oklahoma A&M College, donde jugará béisbol y estudiará a partir de finales del verano.

“Es una gran oportunidad”, explica el joven. Todavía soy joven, no sé si algún día tendré posibilidades de jugar profesionalmente, pero voy a intentar poner todas las posibilidades de mi lado. Ya hay dos quebequenses allí, lo cual es un poco tranquilizador”.

Humilde

Porque Ménard no hace gran ruido a pesar de las esperanzas puestas en él. No tememos escribir que está dotado de una gran humildad.

“Todavía tengo mucho que aprender”, continúa. Con los Warriors, esta temporada se trata de adaptación, ajuste y aprendizaje. Lo que quiero es mejorar, ser mejor jugador al final de lo que soy hoy.

Pero hasta ahora le encanta la experiencia. Y le gusta jugar en casa, en su ciudad, delante de su gente.

“Hace mucho tiempo que no juego con regularidad en casa. En el ABC tocamos en todos lados, caminamos. Antes, en el enano de AAA, pasaba lo mismo. Además, tenemos excelentes instalaciones en Granby, es divertido venir a jugar en un estadio real como ese”.

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Ménard es descrito como un joven serio, con una gran ética de trabajo. Pero también sabe divertirse en un campo de béisbol. (Stéphane Champagne/La Voix de l’Est)

Lo que tampoco estropea nada es que Ménard tenga la oportunidad de ser dirigido por el ex profesional Martin Bérubé, que conoce su deporte como pocos beisbolistas en Quebec y que destaca en el arte de enseñar a los jóvenes.

“Me siento bien aquí. Fui muy bien recibido por los chicos, tenemos una gran pandilla. Y creo que podríamos sorprender al final de la temporada”.

Mookie Betts de los Dodgers de Los Ángeles le sirve de modelo. Al igual que él, Betts sobresale en defensa y es rápido.

“Siempre nos identificamos más fácilmente con los jugadores a los que nos parecemos”, subraya.

Y dentro de poco, si continúa en su progreso, será el turno de los más jóvenes de identificarse con él.

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