El sábado 2 de noviembre, poco antes de las 14.30 horas, Rega dio la voz de alarma. Un espeleólogo no había regresado de su expedición. El hombre se había sumergido en la cueva cerca del nacimiento del río Brenno, en la zona de Alpe di Pertusio, a última hora de la mañana y no reapareció. Agentes de la policía cantonal y especialistas de la Sociedad Suiza de Espeleología intervinieron en el lugar y llegaron en helicóptero.
Las búsquedas iniciadas inmediatamente, dificultadas por el pequeño diámetro de los pasillos, la forma de la cueva y la mala visibilidad en el agua, permitieron localizar el cuerpo sin vida del hombre hacia las 19.30 horas, a una profundidad mayor. de 40 metros y aproximadamente 200 metros de la entrada.
A lo largo de la jornada del domingo se llevaron a cabo las operaciones para recuperar el cuerpo (cuya identificación formal aún no ha sido posible). Pero serán necesarios varios días y numerosas inmersiones por parte de buzos expertos para recuperar a la víctima. Por motivos de seguridad y relacionados con la investigación, el acceso a la cueva está prohibido.
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