SENEGAL-MAURITANIA-CINE / Abderrahmane Sissako: ”filmo la fragilidad humana” – agencia de prensa senegalesa

SENEGAL-MAURITANIA-CINE / Abderrahmane Sissako: ”filmo la fragilidad humana” – agencia de prensa senegalesa
SENEGAL-MAURITANIA-CINE / Abderrahmane Sissako: ”filmo la fragilidad humana” – agencia de prensa senegalesa
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Dakar, 4 mayo (APS) – El director mauritano Abderrahmane Sissako declaró el viernes en Dakar que no filma héroes, sino “fragilidad humana, personas y valores valientes”.

”En mi cine no filmo héroes, filmo fragilidad humana, valores, gente valiente, porque en realidad no lo soy. Me impresionan estas personas y a veces me encuentro en ellas”, dijo al final de una clase magistral que organizó en el marco de la sexta edición del festival Films Femmes Afrique (del 26 de abril al 10 de mayo).

“Estas son personas que encontramos aquí y allá a diario y a quienes quizás ignoramos, que pueden inspirarnos a hacer nuestras mejores películas. Cuando quieras hacerlo, no tienes que buscar muy lejos. Sólo tienes que mirar a tu alrededor a quienes conoces. Hay que estar muy atentos y tener mucha fuerza de voluntad”, aconsejó a los jóvenes directores con los que habló largamente.

Con más de treinta años de carrera en el cine y películas premiadas en todo el mundo, el director de ”Bamako” (2006), ganadora del Yennenga Gold Standard en 2003 y siete César en 2015 por ”Tombuctú” ‘, cree que ”la profesión de cineasta no se puede improvisar”.

”No se trata de querer ser cineasta. Este trabajo no se puede improvisar. Hay que tener curiosidad, seriedad y hacer una investigación personal”, añadió.

Sus producciones, muy centradas en la humanidad, no están menos impregnadas de compromiso. Un compromiso sentido a través de su película ”Bamako”, que pone a prueba a las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en el origen, según él, de muchos de los problemas del continente africano.

“En esta historia yo no inventé nada. Me inspiré en muchos libros, en particular el de un ex vicepresidente del Banco Mundial”, afirmó, ofendiéndose por el hecho de que “el reembolso de la deuda es superior al presupuesto de educación o de salud en algunos países africanos. países”.

Según él, África está llena de aspectos brillantes que destacar a través del cine. ”No sólo hay terrorismo en el Sahel”, tema abordado en ”Tombuctú.

”La historia de algunos países del continente no se puede resumir en diez o treinta años de inestabilidad”, piensa, precisando que debemos hablar de África no centrándonos sólo en su pasado colonial.

El cambio al frente de Senegal es ‘importante’ y ‘positivo’

Hablando de Senegal, Abderrahmane Sissako piensa que “lo que está pasando aquí [au Sénégal] ya que el cambio es importante. Yo lo creo. Tenemos que poder tomárnoslo como algo positivo porque es gente mucho más joven que nosotros la que, desde hace años, dice que lo que está pasando en su país no es normal; que no podemos seguir abandonando la educación y la salud y que debemos cambiar eso.

”Tal vez ellos [le président Faye et son équipe] “Tendremos éxito, tal vez no, pero es esta África la que queremos, una África capaz, no una África condenada a extender la mano”, afirmó.

El director mauritano aprendió cine, de 1983 a 1993, en el VGIK, el Instituto Ruso de Cinematografía de Moscú, al igual que el senegalés Sembene Ousmane y el maliense Souleymane Cissé.

Reconoció además que la profesión de cineasta puede ir acompañada de “frustraciones”, añadiendo que lo más importante son “las ganas que hay que tener”.

”No tenemos que ir a la escuela de cine, podemos tomar muchos talleres (…). No importa que el cine sea una profesión que puede ir acompañada de frustraciones. Sólo hay que tener un deseo, un propósito. Cuando tienes un propósito, puedes hacer muchas cosas”, sugirió a los jóvenes cineastas.

Sobre su elección de favorecer a menudo los cortometrajes, muy numerosos en su filmografía: ”El juego” (1991), ”Octubre” (1992), ”El camello y los palos flotantes” (1995), ” ‘Sabriya’ (1996), Abderrahmane Sissako afirma que este género constituye lo que él llama ‘el primer paso’ en esta profesión.

”En el cine el cortometraje es el primer paso. Por lo tanto, es necesario empezar por ahí por razones económicas, entre otras, porque una película es cara y es difícil, cuando no eres conocido, conseguir financiación”, señaló.

”Black Tea”, su última película presentada el pasado mes de febrero en la Berlinale, intenta poner de relieve los vínculos interculturales entre África y China a través de una historia de amor entre un chino y un joven marfileño emigrante a Cantón. Un melodrama que recuerda a su segunda película “Octubre” sobre la historia de amor entre un estudiante africano y una mujer rusa.

El encuentro es, pues, un tema casi omnipresente en las producciones del cineasta nacido en Mauritania, crecido en Mali y que vive en Francia.

”Todos nacimos de un encuentro. Ya sea de un barrio o de otro, de un país o de otro, de un hombre y una mujer, etc.”, reconoció Abderrahmane Sissako, quien dijo estar en ”la intuición de los encuentros”.

”Es a partir de ahí que creamos maravillas en el cine”, afirma.

KM/FKS/ABB

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