Como siempre, no es a él a quien esperábamos. Sin embargo, fue él, este lunes sin mucho sol, quien jugó al escondite, salvó la cara de este equipo francés pálido como un papel e hizo volar dos chispas en la profunda oscuridad. Randal Kolo Muani, no nos engañemos, ciertamente no hizo su mejor actuación de azul ante los belgas, ni más inspirado que la mayoría de sus compañeros ausentes en este cuarto encuentro de la Liga de las Naciones. Pero el delantero del PSG habrá tenido al menos eso, una eficacia quirúrgica, que tantos otros no han tenido en las últimas semanas, que le habrá bastado, una vez más, para jugar como los salvadores de la selección francesa.
Al no seguir el estilo de balanceo de algunos de sus compañeros, el nativo de Bondy no sólo tiene el mérito de no darse nunca por vencido, de luchar, de pesar sin descanso en la defensa contraria, sino también y sobre todo de sacudir las redes como ningún otro tricolor en 2024. Su doblete, el primero azul, marcado este lunes por la noche en el estadio Roi-Baudouin le permite registrar cifras goleadoras de serie.
Con siete goles en sus últimos ocho inicios, Randal Kolo Muani es, con diferencia, el mejor director de la selección francesa desde el Grecia-Francia de noviembre de 2023, siendo sus perseguidores Bradley Barcola, Youssouf Fofana y Kylian Mbappé, por su parte, se le acreditarán sólo dos unidades durante este período. Un total que no incluye, por supuesto, el gol de la victoria contra Bélgica en los octavos de final de la última Eurocopa, después de que la UEFA finalmente cargó a Vertonghen con un gol en propia puerta y atribuyó a Kolo Muani un simple pase decisivo.
No importa, una cosa es segura: Bélgica parece triunfar en el puesto 12 de la selección francesa. No contento con haber sido decisivo contra los Diablos Rojos este verano en Alemania, fue nuevamente él quien abrió el marcador el mes pasado en Lyon durante el partido de ida ganado (2-0) contra la selección del país llano.
Cuatro días después de haber sido decisivo contra Israel al dar un pase decisivo a Camavinga durante el primer partido de Francia y luego de haber realizado una finta corporal desestabilizadora en la valla de Barcola, Kolo Muani esta vez hizo el trabajo casi solo.
En el corazón de un ataque 100% PSG, donde Barcola colocará una magnífica secuencia de control “perchero” con gancho exterior desde la derecha (25º) y Dembélé con una carrera explosiva seguida de un disparo al pie del poste. (52º), Kolo Muani acertará en –casi– cada uno de sus intentos. Primero de penalti, el primero de azul, que marcó en el minuto 35 en su octavo balón del partido. Luego, un centro perfecto de Digne que convirtió con un magnífico cabezazo sin cruzar (62º).
Un tipo de acción poco “compatible con Luis Enrique” lo que quizás explique por qué el ex frankfurt, discreto en cada uno de sus usos en París, apenas entra en los planes de su técnico. Pero una eficacia que valida, sin duda, la confianza depositada en él por Didier Deschamps.